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Encuentre el césped de este campo de fútbol

La Escuela Villa de Madrid en Carabanchel espera desde 2015 a que les renueven el campo.

Algunos de los jugadores han acabado lesionados debido al pésimo estado en el que se encuentra el campo
Algunos de los jugadores han acabado lesionados debido al pésimo estado en el que se encuentra el campolarazon

La Escuela Villa de Madrid en Carabanchel espera desde 2015 a que les renueven el campo.

José Antonio Gil ya no sabe qué hacer, cómo retener un equipo de fútbol que se le está escapando. Los jugadores están optando por otros equipos, mientras que el suyo, la EF Villa de Madrid es uno de los más emblemáticos. ¿Qué está ocurriendo? «Muy sencillo
–indica José Antonio–. Utilizamos unas instalaciones deportivas básicas que pertenecen al Ayuntamiento. En todos los campos se empezaron a hacer renovaciones, a sustituir la arena por césped artificial, menos aquí. Se han olvidado de nosotros», reconoce el responsable del equipo. Lo peor del caso es que «desde que llegó el equipo de Ahora Madrid al Gobierno se aprobó por unanimidad que nos renovaran el campo. Eso fue en 2015 y seguimos igual».

Sólo con ver algunas de las fotos que difunden por redes sociales a modo de denuncia, nos podemos dar cuenta de la situación en la que juegan los casi 300 niños, de entre 5 y 18 años, de este club. Con el invierno y la primavera tan lluviosa se han tenido que anular muchos entrenamientos y otros tantos partidos para evitar males mayores. Aún así, «he tenido a un chaval lesionado todo el año», reconoce Gil. «Los días que más agua ha caído, a los porteros les cubría un charco los pies».

Es por todo esto que el responsable teme que se le caigan un montón de renovaciones para el próximo año. «¿Quién va a querer jugar en estas condiciones si, a apenas unas calles, tienes otro campo con hierba?». Lanza la pregunta. Lo peor de su situación es que no ha recibido nunca una negativa por parte del consistorio, simplemente «parece que algunos clubes son más madrileños que otros. Nos han engañado de mala manera». Según explica Gil, en los Presupuestos de 2017, gracias a la ayuda de los socialistas, consiguieron que se incluyera una partida para la actualización y finalización de la renovación. «Pensábamos que en agosto empezarían las obras y, como no ocurrió, en septiembre el Partido Socialista transmitió nuestra pregunta». Les prometieron que se harían durante el primer trimestre de este año y «me invitaron a acudir a la Comisión de Cultura y Deporte donde me garantizaron que la previsión era que se iniciaran el 14 de mayo, pero nuestro campo está al lado de la pradera de San Isidro y sabíamos que no iban a meter maquinaria mientras se celebraban las fiestas». Y así fue. «Tampoco se ejecutó la partida de 700.000 euros destinada a ello», recalca Gil. Fue tras otra pregunta, en este caso de Ciudadanos, cuando «nos enteramos que el dinero se ha asignado a obra nueva, no a renovación y por eso no se ha podido ejecutar», concluye el responsable de equipo. Por eso solicitan a Carmena que tome cartas en el asunto «porque tememos que podamos desaparecer si no nos pasamos al césped». A pesar de todo, Gil dice con orgullo: «Hemos conseguido que un equipo juvenil de primer año haya ascendido a Primera».

El caso del Villa de Madrid no es el único que tiene que lidiar con la arena, en Barajas su club deportivo tiene el mismo problema. «Nuestra situación varía un poco de la de los de Carabanchel porque el terreno donde jugamos pertenece a Aena», explica Víctor Pérez, vicepresidente y jugador. Llevan compitiendo en este campo desde 1961 y, «antes Aena se implicaba, nos patrocinaba, pero para ellos ahora somos un marrón del que quieren desprenderse. Quieren hacer un aparcamiento en su lugar». Lleva varias semanas de reuniones con la empresa y con la Junta Municipal porque el principal problema es el uso del suelo que es aeroportuario y, «para cualquier obra hay que cambiarlo a suelo deportivo», explica Pérez. En invierno «también hemos tenido que suspender varios entrenamientos, pero tenemos suerte porque el drenaje del campo es bastante bueno». Cuentan con 200 jugadores, entre prebenjamines y aficionados, pero «de esta última categoría es de la que se nos va más gente cuando ven que el terreno donde van a jugar es de tierra».