Comunidad de Madrid

La Comunidad elimina la tasa a los rodajes de cine

El presidente regional, Ignacio González, ayer, en la inauguración de la exposición «La Cámara Indiscreta. Tesoros Cinematográficos de Magnum Photos» del Canal
El presidente regional, Ignacio González, ayer, en la inauguración de la exposición «La Cámara Indiscreta. Tesoros Cinematográficos de Magnum Photos» del Canallarazon

La Comunidad de Madrid ha querido sumarse a la Fiesta del Cine con un anuncio económico. El presidente regional reveló que su Gobierno dejará de cobrar las tasas por rodar en las instalaciones de propiedad autonómica. Ignacio González hacía así un nuevo guiño a la industria del cine, de la que ya se ganó un sonoro e inusitado aplauso durante la última gala de los Goya por su defensa de la rebaja del IVA cultural. Con esta medida, el Ejecutivo madrileño quiere además «abrir camino» al pedir a los ayuntamientos y al Estado que se sumen en la eliminación de tasas, ya que, como explicó González, estas dos administraciones son las que cobran la mayoría de las tasas que graban la producción del cine; una industria que sólo en Madrid factura casi 900 millones de euros. De hecho, González explicó ayer que ha encargado a la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura que estudie «qué incentivos concretos y qué políticas específicas se pueden coordinar y proponer desde el Gobierno regional para estimular el sector audiovisual en la región y hacer de Madrid "un gran plató de cine"».

La petición del jefe del Ejeutivo autonómico se realizaba en base a las conclusiones obtenidas del seminario «La economía de los rodajes en España» que el pasado año reunió en la Secretaría de Estado de Cultura a los principales representantes de la industria del cine y donde se puso de relieve el impacto «directo y multiplicador» que tienen los rodajes en la economía de los territorios que los acogen.

El caso francés

En las jornadas se ofreció como ejemplo el caso francés, donde, durante el periodo 2009-2012, el efecto multiplicador fue de 6,2 euros de beneficio por cada euro público invertido en forma de incentivo fiscal, habiéndose generado en total gastos en el sector por 240 millones de euros, con un coste para el Estado francés de 39 millones. Y se añadía otro dato: el 62 por ciento de los turistas extranjeros que visitan Francia lo hacen influenciados por las imágenes que aparecen en sus películas.

Dentro de España, Valencia es ejemplo de comunidad donde, a través de los estudios de rodaje de la Ciudad de la Luz de Alicante, se ha atraído a una industria que sólo ha dejado beneficios. Y como muestra están los números de la película «Axtérix» (2006) que, con un coste total de producción de 78 millones de euros, gastó sólo en Valencia 30 de éstos; además generó 800 contratos con empresas valencianas, empleó a 150 trabajadores y hubo 18.000 sesiones en las que se contrató a figurantes de la Comunidad Valenciana, según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.

Pese a estos casos, González destacó que «en España, en los útlimos diez años, sólo se han rodado un 20 por ciento de los proyectos potencialmente interesados en hacerlo.

El análisis realizado con motivo de las jornadas de La economía de los rodajes en España, subraya además que la rentabilidad económica que genera la producción y rodaje de obras audiovisuales, sobre todo las grandes producciones internacionales, ha llevado a la mayoría de los países de nuestro entorno a desarrollar políticas fiscales específicas encaminadas a su captación, lo que ha provocado, por otro lado, que España, pese a ser visualmente muy atractiva, juegue en desventaja frente a sus «vecinos».

Así, se apunta a que uno de los principales motivos por el cual España ha perdido atractivo respecto a «otros momentos en los que se rodó Conan o Doctor Zhivago», es por la falta de una política fiscal incentivadora de la industria cinematográfica como sí que se ha trabajado desde otros países. En concreto, las conclusiones de las jornadas citan a Francia, Reino Unido, Alemania o Colombia como ejemplo de países con instrumentos fiscales para atraer a esta industria que en Madrid agrupa a 1.100 empresas y que da trabajo a 30.000 profesionales.

Beneficios indirectos

Estas jornadas organizadas por el Ministerio de Educación y Cultura en 2013 también sirvieron para poner de relieve los beneficios indirectos que generaría poner en marcha una política conjunta de fomento de la industria cinematográfica en España por parte de todas las administraciones. De esta manera, se destacó cómo la incentivación de la industria del cine traería consigo el fomento de la creación de un tejido industrial que permitiría la dinamización de la producción audiovisual en su conjunto con creadores, técnicos, actores, proveedores y otras industrias auxiliares, que permitirían rebajar el coste de las producciones locales y extranjeras. También generaría la creación de puestos de trabajo «de calidad con alto nivel salarial»; el impulso, la dinamización y diversificación del sector turístico, el sector servicios o la Marca España.

Con motivo además del inicio de la campaña de la Renta, el Ejecutivo madrileño ofreció ayer además cifras de los resultados que da dado la política fiscal acometida por la Comunidad en los últimos años y que, según destacó González que supondrá un ahorro de media de 1.100 euros por contribuyente.

El jefe del Ejecutivo madrileño repasó ayer, además, el apoyo de la Comunidad al sector cultural, que, en los últimos años, ha destinado cerca de seis millones de euros para ayudar a empresas cinematográficas y a la producción de cortometrajes, «pero hace falta algo más para potenciar el sector», aseveró ayer González

El presidente regional hizo estas declaraciones durante la presentación de la espectacular exposición «La cámara indiscreta. Tesoros cinematográficos de Magnum Photos», que ofrece la posibilidad de disfrutar por primera vez en España de un conjunto de fotografías realizadas durante los rodajes de grandes hitos de la historia del Cine.