Criminalidad
La trayectoria de las puñaladas, clave en el crimen de Meco
Los agentes no descartan aún ninguna hipótesis, aunque cobraba más fuerza la sentimental.
Los agentes no descartan aún ninguna hipótesis, aunque cobraba más fuerza la sentimental.
En todo momento el teléfono de Miriam Vallejo, la joven de 25 años asesinada el pasado miércoles en un campo de Meco, ha estado en manos de la Guardia Civil. Así lo aseguraban ayer fuentes de la investigación a este diario, quienes precisaron que las pesquisas que están llevando a cabo se centran precisamente en ese móvil. En las llamadas y en los últimos mensajes que la joven pudo recibir y enviar. Se trata así de determinar las últimas relaciones que habría establecido y, si pocede, añaden las mismas fuentes, llamarlos a declarar. También rastreaban los agentes todas sus redes sociales en busca de información sobre los últimos días de la joven.
Si bien en un principio se habría apuntado a una mujer como posible autora material del crimen, al cierre de esta edición aún no estaba claro si podría haber sido un hombre. Los agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil estaban a la espera de los informes definitivos de la autopsia, que determinará a través de la fuerza ejercida durante el apuñalamiento, así como la trayectoria del arma, el sexo de la persona que acabó con la vida de la joven. Sí se descartó en los exámenes forenses y en una primera inspección ocular en el lugar de los hechos que se produjera una agresión sexual, motivo principal por el que se llegó a pensar que en una mujer como asesina.
Con respecto al móvil ayer aún no se descartaba ninguna hipótesis, aunque sí cobraba más fuerza la sentimental, algo a lo que ya se apuntó debido al ensañamiento con que fue atacada Miriam, quien recibió veinte puñaladas.
Una relación rota
Miriam era muy querida por sus numerosos amigos, así como por sus compañeros de Protección Civil de Villalbilla quienes no han dejado de publicar frases de cariño en su recuerdo a través de las redes sociales. «Mimi», como a ella misma le gustaba que le llamaran, hacía un mes que había roto su relación con un chico, según pudo saber este periódico. El caso se encuentra bajo secreto de sumario.
La víctima no había presentado ninguna denuncia de malos tratos ni sus familiares tampoco habían alertado de su desaparición.
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