Política

Campaña electoral

Males del partidismo

La Razón
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El partidismo es uno de los principales motivos por los que los ciudadanos dejan de creer en la política. Ahora que la corrupción está socialmente más arrinconada que nunca, gracias a movimientos como el manifiesto «Contra la corrupción, en defensa de la política», tenemos que seguir ahondando en todo aquello que mejore la vida política y construya un nuevo espacio donde caminen juntos sociedad civil y responsables públicos.

Hay dos males endémicos de los partidos que a la gente le indigna especialmente. Una, la actitud y la falta de vocación por parte de aquellos que sólo buscan ser reconocidos por sus jefes y otra, que un proyecto importante no salga adelante porque un partido lo frena ya que no le conviene electoralmente. Impensable en otros países, en España parece deporte nacional. El ejemplo del pacto Rajoy-Rubalcaba debe extenderse cuanto antes a lo local. El bloqueo de Legatec, el acoso sistemático a hospitales, Eurovegas o Madrid 2020, la paralización de los presupuestos getafenses que no permite alivio fiscal para sus vecinos o la cerrazón de la oposición de Coslada a 200.000 euros para afrontar los pagos del tratamiento de residuos, son algunos de los múltiples ejemplos de cómo los intereses políticos llegan a anteponerse al bien común. Cuando se trata de economía y de empleo no se puede mirar por el partido. Es imperdonable.