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Más de 1.500 concentraciones, el doble que en 2012

La Razón
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El escaso apoyo social que tuvo ayer el Movimiento 15-M sólo se explica por la división interna que sufre el colectivo bautizado hace dos años como «indignado». En un año plagado de manifestaciones, a la de ayer, que podría decirse que engloba a todos los «desencantados» con las políticas que se están aplicando en todos los ámbitos y las actuaciones de los bancos, no fue de las más multitudinarias. La Puerta del Sol, hace dos años sembrada de miles y miles de inconformistas (que fueron degenerando en «okupas» y radicales) que no dejaban ver un milímetro de su suelo, quedó ayer reducida a algo más de 5.000 personas en su momento álgido. Sin embargo, en términos generales, la cifra de manifestaciones celebradas en la región y, especialmente en la capital, se duplica cada año. En lo que llevamos de 2013 ya se han celebrado más de 1.500, según la Delegación del Gobierno, lo que supone más del doble que las celebradas en el mismo periodo de 2012. Y eso que el pasado año ya se batió récord en manifestaciones celebradas, con 3.419, según las mismas fuentes. Hace un mes, las concentraciones autorizadas se elevaban a 1.485, también el doble que en el mismo periodo de 2012. Ésta suele ser la tónica general, ya que a 31 de marzo las manifestaciones celebradas ascendían a 1.283, mientras que hasta el 31 de marzo de 2012 sólo se habían producido 629, es decir, la mitad. El elevado número de concentraciones abrió el debate el año pasado sobre la posibilidad de regular este derecho constitucional con el ánimo de calmar las aguas entre los comerciantes y los vecinos afectados (los de la zona centro y en especial los colindantes al Congreso de los Diputados, cuyo perímetro está vayado día sí y día no por seguridad) y también para respetar el derecho de los demás viandantes y turistas de pasear tranquilamente por la capital. El Ayuntamiento también se quejó de los gastos que suponen en limpieza vial y reposición del mobiliario urbano cada vez que se produce una concentración violenta.