Ningunear el trabajo de gente de bien

Mi querida escuela taurina de Madrid, eras el blanco perfecto al que atacar para aquellos que llegaban nuevos a la gestión del Ayuntamiento de Madrid. No es algo que nos sorprenda, ya que intuíamos cuáles eran sus intenciones con respecto a la tauromaquia. La mejor universidad de la tauromaquia, en la que nos han ayudado a forjarnos como toreros, gracias a la dedicación impagable de todos los profesores que han pasado por ella transmitiéndonos sus conocimientos –no sólo nos han formado como toreros, sino como personas–, con valores tan importantes como el respeto, la perseverancia, la lucha, el sacrificio y la capacidad de superación, nos ayudaban a gestionar emociones, tanto en el triunfo como en el fracaso.

Desde muy pequeños nos hacían ver la dureza de la profesión y de este modo lograr que fuéramos los mejores para llegar a poder alcanzar un sueño inalcanzable para muchos, hablamos de un mundo que se desarrolla con un esfuerzo desmedido de todos los que participan en él...

Los años más bonitos de mi juventud los he pasado en la Escuela Taurina de Madrid, por eso me duele que ahora quieran ningunear todo ese trabajo de profesores y alumnos que salimos de esta escuela. Esa pecata minuta que han quitado de subvención, desde luego no nos va a impedir seguir formando y ayudando a todos aquellos chavales que tengan esa ilusión de ser toreros.

Ahora hay al frente de la escuela tres matadores de toros figuras del toreo, como son Joselito, Bote y Fundi, que se encargarán de luchar por la supervivencia de ésta y a la que me uno sin ningún tipo de pudor para ayudar a la conservación de mi querida Escuela de Madrid.

Y dicho esto quiero alzar mi voz hacia la unión de todos los sectores de la tauromaquia para que busquemos otro tipo de subvenciones para gestionar el futuro de la fiesta. Nos tenemos que ir adaptando a los nuevos tiempos y tener la capacidad de ser autosuficientes sin depender de ningún órgano político.

Somos gente de bien, trabajadora y luchadora, que aportamos continuamente valor social, cultural y económico. Tenemos que ser capaces de crear un órgano jurídico que nos defienda legalmente y que a través de este gestione internamente todos nuestros asuntos; no hay que seguir esperando a que nos ataquen con estos problemas, sino tomar cartas en el asunto para que no aparezcan.

*Matador de toros