Delincuencia
¿Podría estar una banda organizada detrás de los robos a futbolistas?
Fuentes policiales destacan la posibilidad de que un grupo de personas esté detrás de lo ocurrido
Fuentes policiales destacan la posibilidad de que un grupo de personas esté detrás de lo ocurrido
Quien les iba a decir a Isco Alarcón, Álvaro Morata o Kevin-Prince Boateng que durante la concentración con la Selección Española o su partido de debut con el FC Barcelona, respectivamente, fuesen a sufrir asaltos en sus domicilios, siendo víctimas de robos de relojes, joyas, objetos de valor personal y altas cuantías económicas. Tiene sentido que los futbolistas cuenten con mucho dinero en sus casas, pero también es un arma de doble filo: los malos lo saben y, por lo tanto, aprovechan los momentos de ausencia para tratar de hacer su fortuna.
Tiene sentido, también, que los malos no quieran enfrentarse a robos en locales o establecimientos (o bancos, incluso) por las fuertes medidas de seguridad que se emplean y prefieran acudir a sitios vacíos, donde se puede actuar con una mayor facilidad (al menos, relativa). Los vídeos compartidos por los futbolistas en sus propias casas dan indicios de potenciales localizaciones y las ausencias por concentraciones o partidos aumentan la posibilidad de que no haya nadie en las casas. ¿Por qué sucede esto?
El pasado sábado, la casa de Álvaro Morata fue asaltada. En su interior estaba su mujer, Alice Campello, así como sus dos hijos pequeños, Leonardo y Alessandro. Ninguno sufrió daños, pero los asaltantes iban armados y se llevaron objetos de alto valor personal, así como joyas valoradas en grandes sumas de dinero. Desde la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid afirman estar investigando lo sucedido en la localidad de La Moraleja, donde vive el futbolista, pero no hay una conclusión específica.
Fuentes policiales argumentan que detrás de todos estos sucesos podría estar una banda organizada procedente del Este de alta profesionalidad. Las urbanizaciones en las que viven los futbolistas, así como sus propias casas, cuentan con fuertes medidas de seguridad (cámaras de vigilancia, alarmas o incluso guardias de seguridad) que son fácilmente burladas por estos delincuentes. Los investigadores se encuentran buceando en las memorias de las cámaras de seguridad para ver si se captaron movimientos de personas o vehículos durante el momento del robo; también lo hacen con las antenas de los repetidores de los móviles que dieron cobertura a esa zona en la franja horaria en la que se cometió el delito.
A su vez, fuentes policiales argumentan que trabajadores (o ex trabajadores) relacionados con los futbolistas podrían estar relacionados con los robos. Muchos de estos son conocedores de la ubicación de los bienes más preciados por los futbolistas y podrían pactar una cifra previa para sacar beneficio del hurto, aunque es una hipótesis remota. Por el momento se está estudiando el robo como un hecho puntual.
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