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Sin noticias de la subvención para la Venta del Batán

El Ayuntamiento se comprometió a invertir 800.000 euros en la rehabilitación de la finca de la escuela taurina pero no ha llegado un euro

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Sin noticias de la subvención para la Venta del Batánlarazon

El Ayuntamiento se comprometió a invertir 800.000 euros en la rehabilitación de la finca de la escuela taurina pero no ha llegado un euro

Nueve meses después de que el Ayuntamiento se comprometiera a «conservar las partidas necesarias para el mantenimiento del recinto municipal de la Venta de Batán en el que la escuela de tauromaquia Marcial Lalanda venía desarrollando sus actividades», la promesa sigue sin cumplirse. El Gobierno de Ahora Madrid se refería, en el momento en que realizó su anuncio, a dos partidas —por un valor cercano a los 800.000 euros— aprobadas por la ex alcaldesa Ana Botella. La idea del Gobierno municipal del PP consistía en un plan de reformas en la finca destinado a la autosuficiencia económica de la escuela pero el Consistorio actual, dirigido por Manuela Carmena, remplazó esta disposición por otra que suponía un cambio radical y cuya palabra se la llevó un viento que aún no ha llegado a Batán. Mientras que el primer proyecto recogía la instalación en el recinto de una gran exposición sobre el toro y la celebración de eventos en torno a este animal –a modo de parque temático sobre el mundo de la tauromaquia–, Carmena accedió a destinar estos 800.000 euros a labores de mantenimiento y rehabilitación del inmueble. Además, el equipo de Ahora Madrid también prometió arreglar el restaurante, que lleva abandonado nueve años. Sin embargo, las reformas nunca llegaron a ejecutarse y la Venta de Batán sólo ha recibido las grietas de un tiempo que, al contrario que el Consistorio, sí acudió con formalidad a cumplir su cometido, deteriorando a su paso las instalaciones que la escuela empleaba. Además de los compromisos sin frutos, la Marcial Lalanda se vio privada del Premio Nacional de Tauromaquia que recibió en octubre de 2015 en reconocimiento a su actividad «por canalizar las aspiraciones de quienes deseaban ser toreros y así promover un mayor rigor en su formación taurina y humana», según explicaron desde el Ministerio de Cultura, donde también se alabó su propuesta de enseñanza y se destacó «el esfuerzo y dedicación de sus profesores». Este galardón, dotado con 30.000 euros, nunca se entregó a la escuela taurina, pues el Ayuntamiento manifestó que, al ser de su propiedad, no constaba como persona jurídica, lo que suponía un problema transitorio que se encargarían de solucionar y que a día de hoy sigue sin estar resuelto. Tampoco fue voluntad de Carmena reconocer la labor de los profesores de la Marcial Lalanda, pues según reconocían, llegaron a estar «seis meses sin cobrar su sueldo». Pero la lista de incumplimientos por parte del Consistorio hacia la escuela continúa. En febrero de 2015, la institución pasó a depender por completo del Ayuntamiento, a través de la empresa pública Madrid Destino. En ese momento, el Gobierno regional transfirió a Madrid Destino los 37.000 euros que anualmente abonaba a la escuela además de otros 30.000 que la administración regional exigía a Taurodelta. Después del trasvase de autoridad tuvieron lugar las elecciones y nunca se llegó a informar sobre el destino final de ese dinero.

Esta semana es crucial para el futuro de la Venta del Batán ya que el miércoles se celebrará una reunión entre el Área de Cultura y la escuela, después de la orden de desalojo que se comunicó a la Marcial Lalanda el pasado 30 de junio, antes del fin de curso de la escuela.

La antigua cocina del restaurante de la Venta de Batán, su fachada, así como los emblemas de la escuela taurina, como su placa de cerámica que no puede ni leerse, destacan entre las zonas más descuidadas de un recinto que es probable que nunca sea remodelado