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Una cabalgata reciclada rinde homenaje a los inventores
La lluvia no evitó que centenares de ñiños acompañaran a los Reyes durante todo el desfile por La Castellana
La lluvia no evitó que centenares de ñiños acompañaran a los Reyes durante todo el desfile por La Castellana.
Al filo de las nueve de la noche, Manuela Carmena recibió a los pies del Palacio de Cibeles a los tres Reyes Magos. «Os llevamos esperando todo un año y por eso estamos tan contentos», reconoció la alcaldesa ante Melchor, Gaspar y Baltasar. Aunque la atención y los gritos de los más pequeños fueron para los tres reyes, ayer compartieron protagonismo con la lluvia. Hacía ya varios años en los que el cielo había respetado el tradicional desfile de cada 5 de enero. No fue el caso de ayer. Una intensa manta de agua acompañó durante toda la tarde al cortejo de más de 2.000 personas que dieron forma a la Cabalgata. La lluvia convirtió al tramo de La Castellana situada bajo el puente de Eduardo Dato en el único punto del recorrido desde el que seguir las 14 carrozas sin mojarse. Los paraguas, utilizados en otros años como utensilios para acumular caramelos, se convirtieron en imprescindibles. En el cierre del desfile, Carmena reveló a los reyes un secreto: «El Ayuntamiento había preparado una gran estrella de Navidad, estaba llena de pequeñas estrellitas con el deseo de todos los madrileños. A mí se me ocurrió desear que lloviera, pero quién me iba a decir que sería hoy».
En su discurso ante las miles de personas congregadas frente a la sede del consistorio, el rey Melchor instó a los niños a que den rienda suelta a su creatividad: «Debéis pensar que todo es posible. Si utilizáis la imaginación cumpliréis vuestros sueños. Sólo teneis que creerlo y poner el corazón. El futuro está en vuestras manos y podéis hacer un mundo mejor». A bordo de las mismas carrozas de los dos últimos años y con unos trajes de estética tradicional, similares a los de la Cabalgata de 2017, los tres magos de Oriente recibieron el encargo de la alcaldesa de no olvidarse de ningún niño de Madrid. Si eso ocurre, advirtió no obstante Carmena, el Ayuntamiento tiene reservados juguetes para ellos.
Por tercer año, se sustituyeron las antiguas entradas para espectadores VIP por casi mil invitaciones para niños de colectivos en riesgo de exclusión social u hospitalizados y sus acompañantes. Sí se registraron algunos pequeños contratiempos en el acceso a las plazas reservadas para las personas con movilidad reducida.
La comitiva arrancó con la carroza del Ayuntamiento, transformada en la estrella de la Navidad que guió al resto de vehículos. En esta «Constelación de los Deseos» más de 6.000 madrileños y turistas habían dejado por escrito el suyo en forma de estrellas de papel. Tras ésta, circularon otras 13 carrozas y nueve compañías de artes escénicas, a las que se sumaron otros artefactos y marionetas hasta completar un total de 30 posiciones. Intervinieron casi 2.000 personas, entre ellas 325 voluntarios, aparte de 141 miembros de Voluntarios por Madrid y Voluntarios de la Caixa y del Teatro Real, institución que participa por primera vez con una carroza con 9.000 luces para celebrar su bicentenario. Cuatro actores sordos formaron parte de un grupo que representará a personajes históricos vinculados al invento del telescopio, integrando la lengua de signos.
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