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Cáncer

Viajar a París mientras se recibe quimioterapia

Pacientes con cáncer participan en un proyecto con realidad virtual para reducir el dolor y la ansiedad.

A Mariana le acaban de diagnosticar cáncer de estómago y antes de operarla debe someterse a quimio. Viajar la evade
A Mariana le acaban de diagnosticar cáncer de estómago y antes de operarla debe someterse a quimio. Viajar la evadelarazon

Pacientes con cáncer participan en un proyecto con realidad virtual para reducir el dolor y la ansiedad.

A Conchi le encanta viajar a París o darse paseos por Venecia. Eso sí, lo hace sin levantarse de la butaca en la que permanecerá sentada, sin moverse, durante algo más de tres horas. Pero a ella el tiempo se le pasa volando. Gracias a las gafas de realidad virtual que le coloca una voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), esta paciente de 64 años, operada de un tumor en los ovarios, consigue aislarse y olvidarse, durante su viaje, de que por el catéter que tiene colocado en el brazo izquierdo le está entrando su tratamiento de quimioterapia. «Me evade mucho porque me crea una sensación muy agradable, como si mis paseos por el Sena fueran eternos», reconoce la paciente. «¿Y si ahora viajamos a Cabo de Gata?», la pregunta Blanca Matalobos, coordinadora de voluntarios de la AECC en el Hospital Clínico San Carlos, donde se está realizando este primer proyecto piloto en adultos.

Según datos de la AECC, aproximadamente la mitad de las personas enfermas de cáncer durante la quimioterapia presentan malestar emocional o síntomas de ansiedad asociados al tratamiento. Eva Béjar, coordinadora de Psicología Asistencial de la asociación, señala que «las técnicas distractoras en imaginación, así como las de relajación, han demostrado su eficacia en el tratamiento, mejorando la adaptación de los pacientes a los tratamientos». Calculan que la sensación de dolor se puede reducir un 84 por ciento, mientras que la de ansiedad ser reduce un 26 por ciento. Y es que, como subraya Béjar, este tipo de iniciativas «ya se utilizan en un tercio de los centros oncológicos de Estados Unidos porque dan muy buenos resultados».

La realidad virtual es un ejemplo de cómo adaptar las nuevas tecnologías a las necesidades de las personas enfermas de cáncer. Su impulsor dentro del hospital madrileño, Pedro Pérez Segura, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos, insiste en que «está demostrado científicamente que estas herramientas disminuyen el estrés y la angustia causada por el impacto de la enfermedad en el paciente, mejorando en muchos casos su estado general y la eficacia de los tratamientos oncológicos». Por eso, la idea del proyecto es empezar con un centenar de pacientes en el Clínico y, posteriormente, tras analizar los resultados, poder implantarlo en otros centros y áreas.

Lo cierto es que no llevan ni una semana probando las gafas y Matalobos ya puede relatar alguna anécdota: «Las probó un señor y mientras se aislaba le cambiamos el catéter. Cuando terminó nos preguntó si lo habíamos hecho porque no lo notó, ni sintió ningún dolor». Para Mariana es el primer día de quimio. Tiene cáncer de estómago. «Sólo puedo dar las gracias porque consiguen que me abstraiga de mi realidad».