Betis

El Betis no merece este oprobio

El Leganés roza la salvación al golear a un equipo exánime que había enarbolado bandera blanca al cuarto de hora

Los jugadores del Leganés celebran el gol marcado por su compañero El Zhar ante el defensa del Real Betis, Rafa Navarro
Los jugadores del Leganés celebran el gol marcado por su compañero El Zhar ante el defensa del Real Betis, Rafa Navarrolarazon

El Leganés roza la salvación al golear a un equipo exánime que había enarbolado bandera blanca al cuarto de hora

Una pregunta aterradora martillea las mentes de los fieles béticos. ¿Para qué diablos sale este equipo al campo cada fin semana, o cada viernes o cada lunes? No tiene ningún sentido el final de temporada del equipo de Víctor Sánchez del Amo, en primera instancia, pero sobre todo de su mentor Torrecilla y de sus consentidores jefes Catalán y Haro. Excepto que haya algún mensaje oculto en este permanente maltrato a la entidad, mercadeo de sus símbolos y tomadura del pelo a la afición. Anoche, en Leganés, el Betis se comportó exactamente como lo hacen las bandas desalmadas sin un ápice de amor propio ni profesionalidad frente a rivales que se juegan la vida: dejación total de funciones y derrota ominosa. Otra más.

Si algún ingenuo hincha asturiano confiaba en que esta tropa alimentase la esperanza de permanencia del Sporting, se cayó del guindo antes del cuarto de hora, momento en el que el partido quedó liquidado. El equipo que había encajado cuatro goles ante Granada, Las Palmas y Alavés, ¿cómo no iba a volatilizarse en el ambiente caldeado de un Butarque en combustión? A los siete minutos, Álex Martínez sacó insensatamente la mano para taponar un centro de Tito. Penalti, muy discutible, y 1-0 de Szymanowski. Siete minutos después, la verbena de rigor en la poblada zaga bética (aunque anoche ofició Mandi de mediocentro despistado como un pulpo en una gasolinera) le regalaba a El Zhar una posición franca para marcar el 2-0.

Con el signo del encuentro decidido, la incógnita a despejar era, ¿habría goleada o maquillarían los visitantes el marcador? Rafa Navarro, quizá la única nota de dignidad en un océano de desidia, intentaba generar algo desde el costado diestro y sentó a Diego Rico con una bonita finta. Aunque centró inocentemente a las manos del portero, fue la única aproximación seria del Betis en la en la primera hora de juego. El engendro de Víctor se supera partido a partido en su asombrosa capacidad para aburrir a las ovejas. Y para humillar a su gente. Urge su dimisión.

La derrota mutó definitivamente en becerrada cuando, mediada la segunda parte, Gabriel Pires le birló un balón a Rubén Pardo en el centro del campo y, desde allí mismo, chutó para lograr uno de los goles del campeonato mediante un disparo parabólico que contará por decenas de miles sus reproducciones en Youtube. ¿Por qué el millar de beticos que se aventuraron a ir a ver a su equipo deben soportar el cachondeo en un pueblo donde sus habitantes se llaman «pepineros»? Hasta esa catacumba de indignidad ha arrastrado el famoso Entorno al histórico club verdiblanco.

Para no ser menos que otros conjuntos igualmente modestos, el Leganés se dio el gustazo de redondear la goleada con un nuevo tanto de Szymanowski, que pasó revista a toda la defensa bética y picó sobre la salida de Adán. Lo mejor es que sólo quedan dos partidos.

4. CD Leganés: Herrerín; Tito, Insua, Siovas, Diego Rico; Rubén Pérez, Timor; Gabriel Pires, El Zhar, Szymanowski; y Guerrero (Luciano, min 75).

0. Real Betis: Adán; Rafa Navarro, Pezzella, Tosca, Álex Martínez (Cejudo, min 60); Brasanac, Mandi, Rubén Pardo, Jonas (Joaquín, min 60); Álex Alegría y Rubén Castro.

Árbitro: Trujillo Suárez (canario). Amonestó a los locales Tito y Luciano.

Goles: 1-0 (min 8): Szymanowski, de penalti. 2-0 (min 15): El Zhar. 3-0 (min 65): Gabriel Pires. 4-0 (min 81): Szymanowski.

Incidencias: Partido de la 36ª jornada de Liga celebrado en Butarque. Lleno, casi 11.000 espectadores.