Ciencia

¿Cuáles son las razones psicológicas por las que jugamos a la Lotería de Navidad?

Los expertos señalan la dopamina, la superstición y la 'envidia preventiva' como los causantes de que decidamos participar en el sorteo

Administración de Lotería de Soria
Largas colas para comprar los últimos décimos de la Lotería de NavidadConcha OrtegaIcal

 El próximo 22 de diciembre todos los hogares se llenan de ilusión, y aunque las probabilidades matemáticas de ganar son ínfimas, la Lotería de Navidad se convierte en un evento cargado de emoción y tradición. Aunque las matemáticas no estén de nuestro lado, el 'cerebro social' juega un papel crucial, activando emociones y anticipándose a posibles miedos, como quedarse sin un décimo premiado.

 La dopamina, una molécula esencial, baña las estructuras anatómicas relacionadas con el sistema límbico, contribuyendo a la excitación emocional. Desde una perspectiva antropológica y psicológica, la lotería se arraiga en la diversión y en el deseo humano de ejercer cierto control sobre el azar, a menudo utilizando la superstición. La esperanza, las aspiraciones personales y la emoción de la incertidumbre son factores adicionales que explican la participación masiva en la lotería.

Dentro de esta complejidad psicológica, los perfiles de jugadores varían. Desde los soñadores optimistas hasta los participantes ocasionales, cada uno encuentra su motivación. Sin embargo, la lotería no está exenta de generar sentimientos enfrentados. Desde la decepción por no ganar hasta la ansiedad generada por expectativas estresantes, la envidia puede surgir al observar la fortuna de otros. Científicos japoneses descubrieron que la envidia activa áreas cerebrales asociadas con el dolor físico, mostrando que la lotería puede desencadenar sentimientos comparables al dolor.

Para evitar ese dolor surge otro tipo de jugador, que utiliza lo que se conoce como 'envidia preventiva'. Este tipo de personas adquieren un décimo para evitar sentir envidia de los que han sido premiados. José Antonio Gómez, sociólogo de la Universidad Carlos III, aseguró que hasta el 44% de los que compran lotería de Navidad preferirían no hacerlo. La envidia preventiva es un fenómeno que acaba transformando la envidia en admiración.