Legislación
¿Qué me puede pasar si no reparto el premio de un décimo compartido? Estas son las consecuencias
Es una acción que puede ocurrir al adquirir un décimo entre varias personas implicando una pena de prisión de entre 1 mes y 6 años
La Lotería de Navidad, que como cada 22 de diciembre ha llenado de ilusión a millones de personas, también puede ser el origen de situaciones conflictivas y, en ocasiones, de delitos. Aunque ganar 'El Gordo' o cualquier otro premio importante suele ser motivo de alegría y celebraciones, algunos comportamientos fraudulentos o malintencionados relacionados con el reparto de los premios pueden acabar en los tribunales. Los delitos más comunes durante esta época van desde la apropiación indebida hasta la falsificación de décimos o, en los casos más extremos, crímenes vinculados a la codicia por los premios.
Uno de los delitos más frecuentes es la apropiación indebida de un premio compartido. En muchos casos, los décimos son adquiridos por un grupo de amigos, compañeros de trabajo o familiares con la intención de repartir el posible premio. Sin embargo, cuando uno de los participantes tiene físicamente el décimo y se niega a compartirlo tras el sorteo, puede incurrir en un delito. Según los artículos 253 y 254 del Código Penal, si el valor del premio no supera los 400 euros, la infracción se considera un delito leve, con penas de multa y prisión de 1 a 3 meses.
No obstante, si el premio supera esa cantidad, las consecuencias son más severas, ya que la pena de prisión puede ir de 6 meses a 3 años. En caso de que existan agravantes, la pena puede ascender hasta 6 años de prisión y una multa económica de hasta 12 meses. Para evitar disputas sobre la propiedad de un décimo compartido, lo más recomendable es hacer una fotocopia del billete y que todos los participantes firmen dicha copia. De esta manera, en caso de conflicto, los jugadores pueden acudir a la justicia para reclamar su parte del premio.
Otro delito relacionado con la Lotería de Navidad es el de los décimos extraviados. Si alguien se encuentra un décimo premiado y decide no devolverlo a su legítimo propietario, sino cobrarlo como propio, también estaría cometiendo apropiación indebida. Si el dueño original demuestra que el boleto fue perdido y quien lo encontró no lo devolvió, el infractor podría enfrentarse a sanciones económicas y al pago de los intereses acumulados durante el tiempo que se retuvo el premio.
La falsificación de décimos es otro delito que, aunque menos común, también se presenta en algunas ocasiones. Cada décimo tiene medidas de seguridad específicas, como marcas de agua, un sello holográfico, un número de serie único y un código de barras. Además, el papel utilizado tiene un tacto característico y tintas especiales. A pesar de estas medidas, existen personas que intentan falsificar décimos para hacerse con premios de manera fraudulenta. Para evitar este tipo de estafas, es fundamental comprar los décimos únicamente en establecimientos autorizados y desconfiar de ofertas sospechosamente baratas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar