Ayudando a personas vulnerables a incorporarse al mercado de trabajo

El Informe sobre Discapacidad y expectativas para el nuevo año, llevado a cabo por la Fundación Adecco, encontró que un 89,9% de los encuestados prioriza encontrar un trabajo estable, por encima del acceso a la vivienda o el ocio. De acuerdo con las conclusiones del estudio, el empleo supone para estas personas -al igual que para el resto de la sociedad- la vía hacia una vida autónoma, una autoestima reforzada, reconocimiento social y la mejora de sus relaciones personales y laborales.

Uno de los mayores indicadores de bienestar y progreso de un país es el grado de inclusión de aquellas personas que parten de una situación menos favorable. Solo a través de una cohesión plena y una integración real, podremos garantizar el bienestar de todos los individuos que conformamos la sociedad.

Sin embargo, y aunque el avance es significativo, aún queda mucho por hacer. Por ello, cualquier impulso desde nuestras instituciones y empresas es fundamental.

“Queremos llegar al máximo número de personas vulnerables”

Una de las formas más efectivas para hacer frente a la discriminación laboral son los programas de integración. Gracias a ellos, personas en situación vulnerable pueden acceder a formaciones y empleos específicos que les proporcionen la autonomía y las habilidades que necesitan.

La agencia de colocación ATADES y Clece colaboran juntas en el programa “Empleo con apoyo”, una fórmula de incorporación de personas con discapacidad al mercado ordinario de trabajo. Se trata de un proceso de formación que dura 2 años, que ofrece un contrato indefinido desde el primer día y que realiza un seguimiento para garantizar que la inclusión sea real mucho más allá de la mera contratación.

Antes de esto, se hace una selección para determinar qué tipo de perfiles se necesitan y qué personas pueden encajar más en una labor o en otra. Ana González es técnico de selección de Clece en la zona y así cuenta cómo es el proceso: “Trabajamos con entidades sociales con el objetivo de llegar al máximo número de personas en vulnerabilidad”. Personas con discapacidad, víctimas de violencia de género y personas en riesgo de exclusión social suelen ser los perfiles más habituales.

Para ello, comienzan el proceso enfocando la entrevista “creando un entorno de confianza, de actitud empática, de escucha activa, normalizando en todo momento la situación”. La intención es generar un espacio seguro donde las personas candidatas puedan sentirse cómodas para mostrar sus capacidades.

“Ya en las entrevistas se nota una increíble actitud motivadora y una buena disposición que se mantiene luego en el desempeño del trabajo”, comenta González.

“Se trata de devolver a la sociedad lo que la sociedad nos entrega”

Uno de los ejemplos más interesantes de “Empleo con apoyo” es el de la labor que se está haciendo desde el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Con una plantilla de 400 personas, se trata de un centro público de referencia en la Comunidad Autónoma de Aragón.

Jorge Pastor es Jefe de Grupo en este hospital y tiene a su cargo, entre otros, el servicio de limpieza, esencial para el buen funcionamiento del centro. “Desde un primer momento, nos planteamos que era un buen lugar para el acceso de personas en situación vulnerable, ya que tenemos una excelente capacidad para emplear”, comenta.

De este modo, en el año 2018 se incorporaron 5 personas de diferentes perfiles, pero con la vulnerabilidad como denominador común. A través de una adecuada formación y un seguimiento personalizado, comenzaron un proceso por el cual pudieron ir incorporándose al mercado ordinario de trabajo.

Gracias a la labor de un educador social y a la colaboración de la plantilla del hospital, estos empleados pudieron ir trabajando en sus habilidades personales, mejorando así su autonomía personal y también económica.

Y es que estos empleados cuentan con un contrato indefinido desde el primer día para que puedan formar parte de la plantilla, con sus derechos y obligaciones, pero sobre todo, con una situación laboral ordinaria que les permita ser uno más dentro de sus equipos.

Este es el caso de Alberto.

“Me gusta crecer como trabajador y como persona”

Alberto Berne es un joven con discapacidad intelectual que vive en Zaragoza. Es un chico muy familiar con una gran pasión por la gastronomía y por la lectura - sus libros favoritos son los de inteligencia emocional y psicología positiva.

Hace 3 años, decidió seguir con su formación y encontró la agencia de colocación ATADES, donde pudo cursar algunos talleres. De ahí, en octubre de 2018, surgió la oportunidad a través de “Empleo con apoyo” de formar parte del servicio de limpieza de Clece del Hospital Miguel Servet, lo cual vio como una oportunidad estupenda: “Siempre me ha gustado trabajar, sentirme realizado y crecer y, por eso, cuando me llamaron del hospital, sentí mucha ilusión”, recuerda.

Allí ha podido ponerse a prueba y en general, se muestra muy contento. “Hay momentos que son más complicados, porque a veces uno mismo se exige cierto rendimiento, pero generalmente estoy encantado, para mí es un aprendizaje día a día. Me gusta crecer como trabajador y también como persona”, explica.

Además, una de las cosas que más valora Alberto de su trabajo es el poder “tener independencia como persona”, gracias a la autonomía económica de su contrato indefinido, pero también a la organización diaria de las tareas que desempeña. Sin embargo, no es lo único: Alberto destaca además la integración que ha tenido tanto en la agencia como en el hospital, gracias a las personas que forman sus equipos: “Me han ayudado muchísimo en lo personal y en lo profesional”.