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Energía fotovoltaica y biodiversidad: ¿aliados o adversarios?

La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es una necesidad imperante en el contexto actual marcado por la crisis climática y la urgencia de preservar la biodiversidad. Sin embargo, ¿pueden la energía fotovoltaica y la biodiversidad coexistir ?

Energía fotovoltaica y biodiversidad: ¿aliados o adversarios?
Energía fotovoltaica y biodiversidad: ¿aliados o adversarios?Pexels

La respuesta es sí, pero con matices. La coexistencia entre la energía solar fotovoltaica y la biodiversidad requiere de un enfoque riguroso y comprometido por parte de todos los actores involucrados. Desde la planificación territorial hasta la implementación de prácticas sostenibles durante la fase de construcción, cada paso debe ser cuidadosamente considerado para minimizar el impacto ambiental y garantizar un futuro energético más limpio y respetuoso con el medio ambiente.

El impacto de las energías renovables vs. fósiles

Según las organizaciones ecologistas, cualquier sistema energético basado en combustibles fósiles genera un impacto mucho mayor sobre la biodiversidad en comparación con aquellos que se basan en energías renovables. Esta premisa establece un claro argumento a favor de la adopción masiva de tecnologías limpias y sostenibles. Esto resulta muy interesante según el borrador de actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que establece un aumento significativo en la capacidad de la energía solar fotovoltaica para el año 2030. Esta será, de hecho, la tecnología líder del mix energético español, con 76 gigavatios (GW) instalados, frente a los 25,6 actuales y de los que la gran mayoría se desarrollarán en suelo. Esta previsión supera a los datos de la eólica, que tendrá 63 GW frente a los 30,9 actuales, y de las tecnologías no renovables como los ciclos combinados de gas, que se mantendrán en 26 GW, o nuclear, bajará de 7 a 3 GW con el cierre de centrales.

La importancia de la planificación territorial

Sergio Bonati, especialista en Clima y Energía de la ONG WWF España, subraya la necesidad de una planificación territorial rigurosa que establezca límites claros para la ubicación de plantas fotovoltaicas. Actualmente, la falta de restricciones legales permite que estas instalaciones se desarrollen incluso en zonas protegidas o ambientalmente vulnerables. La clave, por tanto, radica en identificar zonas prioritarias de baja sensibilidad ambiental para el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, así como en establecer áreas de exclusión donde su impacto sería demasiado significativo. Esta planificación, además, debe considerar también la sinergia entre proyectos existentes para prever posibles impactos acumulativos.

Buenas prácticas para la convivencia entre fotovoltaica y biodiversidad

Para garantizar la convivencia armoniosa entre la energía solar fotovoltaica y la biodiversidad, es fundamental la implementación de buenas prácticas durante la fase de diseño y construcción de las plantas. Además de las ya mencionadas, desde WWF señalan otras prácticas a tener en cuenta, como el diseño de vallado por bloques en lugar de cercas continuas para preservar los corredores ecológicos; la utilización de vallas con paso inferior para permitir el trasiego de fauna y minimizar la fragmentación del hábitat; la implementación de medidas específicas, como la instalación de nidales, refugios para fauna, y la conservación y restauración de la vegetación natural; o el desarrollo de sistemas de certificación que garanticen el cumplimiento de estándares ambientales y sociales durante toda la vida útil de la planta.

Desafíos y propuestas para el futuro

A pesar de los avances en la adopción de prácticas más sostenibles, aún existen desafíos significativos que deben abordarse para garantizar una transición energética verdaderamente compatible con la conservación de la biodiversidad. En este sentido destaca la necesidad de establecer normativas más estrictasy obligatorias que rijan la ubicación y operación de instalaciones renovables, especialmente en áreas sensibles, la promoción del autoconsumo y la descentralización energética para reducir la presión sobre áreas naturales, y la mejora en la planificación de la red eléctrica a partir de criterios ambientales y de biodiversidad. "Hay territorio más de sobra para cubrir diez veces la demanda de energía renovable en España (...) no es necesario poner presión sobre Red Natura 2000", recalca Sara Pizzinato, portavoz de Greenpeace.

Desde la ONG abogan, además, por prohibir las megainstalaciones y poner el foco en el autoconsumo y en eliminar el proceso de declaración ambiental "exprés". Coincide Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción, que señala que esta "explosión de proyectos" dificulta mucho a las organizaciones ecologistas analizar el impacto de todos ellos para hacer posibles alegaciones.