Hemocultivos: claves en la prevención y el diagnóstico de la sepsis

Un diagnóstico rápido y preciso es crucial para atajar las posibles complicaciones derivadas de una sepsis y para mejorar los resultados de los pacientes, que se traducen en vida.

La compañía de tecnología sanitaria Becton Dickinson (BD) ha reunido a expertos nacionales de microbiología y enfermería para abordar de la gestión óptima del hemocultivo en el diagnóstico de las infecciones del torrente sanguíneo. Los retos en su abordaje, la adherencia a las recomendaciones sobre la toma de muestra para hemocultivo y la monitorización de las fases preanalítica, analítica y postanalítica del proceso diagnóstico de estas infecciones centraron la conversación entre los profesionales de la salud que participaron en la jornada.

El papel del hemocultivo: importancia del proceso desde la toma de la muestra hasta el resultado

No se puede hablar de sepsis sin hablar de hemocultivos. Estos son cruciales en su prevención, en la obtención de diagnósticos oportunos y en la definición de protocolos efectivos de manejo del paciente.

Las consecuencias de la sepsis pueden ser devastadoras. Un diagnóstico rápido y preciso marca la diferencia entre la vida y la muerte. Así, se vuelve imprescindible que el personal sanitario esté formado y actualizado en las variables que afectan a la calidad del resultado microbiológico del hemocultivo.

El Dr. Rafael Cantón, del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, explica: “Tenemos herramientas para mejorar el proceso analítico del hemocultivo y se ha avanzado mucho con la incorporación de técnicas rápidas de identificación de los patógenos basadas en la proteómica o de estudio de la sensibilidad directamente a partir de los frascos positivos de hemocultivos. Sin embargo, no debemos obviar otras actualizaciones que redundan igualmente en un beneficio clínico y que se encuadran bajo el concepto de la “microbiologística” con laboratorios de microbiología disponibles 24x7 (atención continuada). También hay que prestar atención a las infecciones del torrente sanguíneo, la "microbiologística" y las variables críticas que afectan al rendimiento del hemocultivo, y su impacto en la sepsis, como son el volumen de sangre en el hemocultivo o la reducción de los contaminantes”.

Un proceso seguro gracias a la colaboración multidisciplinar y entre los distintos servicios

La gestión de hemocultivos es un esfuerzo conjunto que requiere de la colaboración de múltiples departamentos y profesionales para asegurar un diagnóstico y abordaje de las infecciones rápidos y efectivos. Cuando el tiempo escasea, la comunicación fluida y el compromiso entre equipos acelera el proceso, y un establecimiento claro de responsabilidades garantiza su seguridad.

La estandarización del proceso asistencial y la búsqueda de áreas de mejora garantiza fiabilidad en el resultado. La disminución de resultados erróneos también ayuda a aliviar la carga asistencial, e incrementa la seguridad del paciente.

En este sentido, la Dra. Isabel Sánchez, del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, explica que “en el proceso diagnóstico de las infecciones del torrente sanguíneo, la colaboración multidisciplinar entre distintos profesionales (medicina, enfermería, personal auxiliar de trasporte) de distintos servicios (Microbiología y Urgencias generales, por ejemplo), redunda en una mejora de la calidad asistencial de este proceso diagnóstico. Detectar fortalezas y debilidades en este recorrido y establecer los puntos clave del proceso, para poder instaurar soluciones de manera consensuada, es la base de la optimización del proceso diagnóstico. La implantación de un sistema de gestión basado en la metodología LEAN y la utilización de métricas de control aportadas por el servicio de Microbiología ofrecen, si se remiten de forma periódica, una información de gran utilidad, que los distintos servicios clínicos utilizan para la adecuación y optimización de sus procedimientos, redundando en una mejora continua de la calidad asistencial y un beneficio claro sobre la morbimortalidad de los pacientes con este tipo de infecciones”.

Buenas prácticas en la fase preanalítica: actualización de las guías de gestión de hemocultivos

Uno de los actores clave que intervienen en el manejo de una sepsis -y, por tanto, en la colaboración entre distintos servicios- es, precisamente, la enfermería, que desempeña un papel crucial en la toma de muestras de hemocultivos y en el seguimiento de los pacientes con sepsis.

El Consejo General de Enfermería publicó, en 2020, la primera Guía de práctica clínica enfermera sobre hemocultivos, con recomendaciones basadas en la evidencia para mejorar la práctica clínica en su recogida y manejo, con el fin de reducir la contaminación microbiológica y mejorar el diagnóstico y tratamiento de las infecciones del torrente sanguíneo.

El documento, dirigido a profesionales de enfermería y otros involucrados en la toma y manejo de hemocultivos, se presenta como una herramienta útil para ayudarles a mejorar la calidad de la atención y a tomar decisiones informadas en su gestión. El Consejo General de Enfermería está trabajando en la actualización de la Guía, que verá la luz próximamente incorporando novedades en el abordaje y aprendizajes tras estos años vigente.

Tamara Domingo, Instituto Español de Investigación Enfermera. Consejo General de Enfermería de España: “La correcta obtención de hemocultivos es un pilar en este proceso, y nuestra Guía de Práctica Clínica Enfermera, publicada en 2020, ha demostrado ser una herramienta esencial para unificar criterios y elevar la calidad de esta intervención crítica. Ahora, nos complace anunciar que estamos en las fases finales de la actualización de esta guía. Este renovado documento ha sido meticulosamente trabajado para incorporar la evidencia científica más reciente y las mejores prácticas consolidadas a nivel internacional. Específicamente, la nueva guía detallará con mayor profundidad los procedimientos optimizados para la toma de muestras de hemocultivos, asegurando la asepsia y minimizando el riesgo de contaminación; abordará las directrices actualizadas para el transporte adecuado de las muestras, garantizando su viabilidad; e incluirá recomendaciones precisas sobre el procesamiento inicial“.