La última campaña de Prada es una explosión de color, arte y feminidad

El arte de las imperfecciones. El imprevisto. Saltarse las reglas, como el contorno de un dibujo cuando pintamos. No tiene que ser perfecto, tiene que ser único. Bajo estas ideas, Prada ha lanzado 'Painted in Prada’, una campaña de su colección femenina Pre-Fall 2020 llena de color y frescura. Una colección que habla de muchas cuestiones.

En primer lugar, una reivindicación de que la moda es un arte y así lo demuestran las fotografías, con algunas piezas de los looks pintadas a mano y con un fuerte color. Estas fotografías fueron tomadas en Londres por David Sims, pero viajaron hasta Nueva York para ser pintadas en la ciudad de los rascacielos. Porque si hay algo que caracteriza a la firma Prada es el color, por eso juega un papel tan importante en esta campaña, ya que destaca frente al blanco y negro de la fotografía convencional. Ya lo saben desde la firma, los ojos son amigos del color.

El poder de la artesanía es eterno. Y la artesanía no es perfecta, solo es única. Esta es otra de las ideas de las que habla esta campaña, llena de vibraciones positivas en torno al color. Azul celeste, rosa, amarillo, naranja, verde... No nos cansamos de verlos.

La mezcla de lo real y lo digital. En un mundo de cambio constante, esta campaña es también una declaración de intenciones acerca de esta fusión, porque la tecnología ya forma parte de todos los momentos de nuestra vida, pero nuestra vida sigue siendo real, íntima, humana.

En cuanto al vídeo de la campaña, va un paso más allá para explorar el mundo del color en movimiento, ya que pinta digitalmente con acuarela cada uno de los looks de la colección.

De eso hablan todas las líneas difusas de la campaña, las que separan los límites entre lo fotográfico y lo pictórico, entre la tecnología y la humanidad. Una fantasía pintada con los colores de Prada.