Turismo
Soñar en el Día del Padre también tiene sentido... aunque sea en Tailandia
V Villas Phuket es el último y exclusivo resort abierto en uno de los lugares más turísticos del lejano Oriente.
Mañana sábado, mal asunto el que no lo sepa a estas alturas, se celebra el Día del Padre. Los pequeños de la casa llevan toda la semana en sus colegios elaborando esos regalitos que “sorprenderán” a los padres en todas las casas del país. Los más mayorcitos, en la mayoría de las ocasiones sabiamente aconsejados por las madres, estarán comprando lo típico en esta fecha: que si una corbata, que si una colonia, que si un libro...
Como de sueños también se vive, hoy contamos uno de esos regalos ideales para el Día del Padre o para cualquier festividad que se precie. Eso sí, hay que viajar un poquito ya que para celebrarlo como se merece hay que desplazarse hasta Tailandia, en concreto, hasta la isla de Phuket, una de la mecas del turismo asiático. En el sur de aquella isla paradisíaca acaba de abrir el último y exclusivo resort, que colmaría las ilusiones de cualquiera, sea padre o no.
El complejo, de nombre V Villas Phuket, está situado sobre la bahía de Ao Yon y es precisamente su vista desde la espectacular piscina infinita de 25 metros lo que empieza a convertirlo en uno de los complejos turísticos más destacados de toda la isla tailandesa. Pese a estar situado muy cerca el mar, el resort está incrustado en plena selva y cuenta con 24 suites independientes, cabañas privadas y hasta seis increíbles pabellones flotantes que albergan las zonas de spa.
Todo el desarrollo arquitectónico y el diseño de los interiores ha corrido a cargo de la prestigiosa compañía Studio Gronda, cuyos responsables reconocieron haber trabajado para que los visitantes estén en todo momento “conectados en todo momento con la naturaleza y el medio”.
Situado en tres pisos, el principal está ubicado en el punto más alto de la península de Ao Yon. Allí arriba, en lo más alto, se puede disfrutar de una azotea perfectamente preparada para albergar cualquier tipo de fiesta privada. Un refinado restaurante sirve para satisfacer los gustos más exquisitos, aunque lo más espectacular de todo el resort son los pabellones flotantes que albergan, además, del spa, cuatro suites privadas, un completísimo gimnasio y un espacio reservado para el yoga. No se nos pueden ocurrir lugares más idóneos para, además de dar gusto al cuerpo, cuidar la mente de forma precisa. ¡A disfrutarlo!
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