Un diamante amarillo de récord se subasta en Dubái

Por su gran rareza, belleza e intensidad, los diamantes de colores continúan siendo una de las piedras angulares entre los tesoros de cualquier coleccionista de joyas. En los últimos meses, hemos asistido al descubrimiento de algunas de estas piezas preciosas con características inigualables y nos ha maravillado las inmensas cantidades de dinero de que han logrado cosechar las casas de subastas con sus ventas.

Teniendo en cuenta las astronómicas cifras que rodean a, como diría Marilyn Monroe, “los mejores amigos” de muchas personas, las empresas de pujas online no desaprovechan ninguna ocasión que se presente para poner en sus lotes estas codiciadas joyas.

El último diamante que se ha hecho mundialmente conocido en el sector del lujo ha sido el denominado como The Golden Canary. Esta emblemática joya tiene un colosal peso de 303,10 quilates, por lo que se ha convertido automáticamente en el diamante amarillo pulido más grande del mundo. Por si esto fuera poco, a este título se le suma el de ser el diamante sin defectos más grande jamás clasificado por el Instituto Gemológico de América, lo que le convierte en una pieza de incalculable valor.

La casa de subastas Sotheby’s Dubai ha sido la encargada de mostrar al mundo esta piedra brillante tallada en forma de pera, una forma nada habitual en la industria. El Canario dorado será una de las piezas subastadas por la empresa estadounidense el 7 de diciembre de este año. La compañía espera conseguir más de 15 millones de euros en la puja final en su sede de Dubái, según la tasación de sus expertos.

Un descubrimiento nada convencional

La exclusividad de esta pieza choca de lleno con el origen humilde de su hallazgo. A principios de los 80, en la República Democrática del Congo, una niña encontró una extraña piedra mientras jugaba en el patio trasero de un familiar. En principio, los mineros cercanos descartaron la posibilidad de que fuera un diamante por su gigantesco tamaño. ¿Quién esperaría encontrar un diamante en bruto de 890 quilates en un jardín cualquiera?

Con el tiempo, en 1984, el pedrusco pasó a formar parte del Smithsonian como el diamante sin tallar más grande del momento. Tras su tratamiento, fue dividido en 15 piedras diferentes, con el Incomparable (y sus más de 407 quilates) como estrella de la colección. Al recortar nuevamente esta pieza se consiguió una pieza inconfundible por su color, luminosidad y forma, el Golden Canary.

Ahora, solo falta esperar hasta diciembre para saber si este diamante romperá un nuevo récord con una venta millonaria.