Aniversario

1983: el año en que nació la Comunidad de Madrid

La Asamblea de Madrid ha trabajado para que la Comunidad de Madrid sea irreconocible en la actualidad

Aspecto que presentaba la sede actual de la Asamblea de Madrid hace 25 años, cuando se empezó a construir la Cámara regional
Aspecto que presentaba la sede actual de la Asamblea de Madrid hace 25 años, cuando se empezó a construir la Cámara regional Archivo Asamblea de Madrid

En 2023 la Asamblea de Madrid cumple 40 años. Para valorar adecuadamente lo que han supuesto estas cuatro décadas de trabajos parlamentarios sería bueno recordar cómo era la entonces provincia de Madrid en 1983, el año en el que empieza nuestra historia como región autónoma.

No cabe duda de que en 1983 se vivía un contexto ilusionante en el terreno político. Ese año se aprobaron los estatutos de las cuatro últimas Comunidades Autónomas: Extremadura, Baleares, Madrid y Castilla León y el 8 de mayo se celebraron las primeras elecciones autonómicas en 13 comunidades.

La Asamblea de Madrid comienza así su andadura y, durante su primera legislatura, se tramitan las leyes que van a conformar el marco legislativo fundamental de nuestra Comunidad Autónoma. Además, vio la luz la primera Ley de Presupuestos con un montante de gastos de 240 millones de € (39.825 millones de pesetas). Actualmente se está tramitando el proyecto de Ley de Presupuestos para 2024 con un techo de gasto de 27.500 millones de euros. El presupuesto se ha multiplicado por 115 en cuatro décadas. Es cierto que entonces teníamos pocas competencias. No gestionábamos las de Sanidad, Educación, Universidades, Justicia, entre otras, y también éramos menos los madrileños, 4,7 millones frente a los 6,7 actuales.

Como decía antes fue un año ilusionante en el terreno político, por la consolidación de la Transición y todo el proceso de constitución del estado de las Autonomías. Pero en cuestiones económicas y sociales fue muy complicado. La España y el Madrid del presente son muy diferentes a los de 1983. Entonces, la crisis económica era considerable.

La tasa de desempleo se situaba en el 16,6% y la inflación alcanzaba el 12%. Las infraestructuras de las grandes ciudades estaban a medio hacer, existían barriadas de chabolas y se estaba acometiendo una traumática reconversión industrial.

Por otro lado, ese año hubo que lamentar 44 víctimas asesinadas por ETA, la mayoría de ellas policías y guardias civiles. También había una gran inseguridad ciudadana por el alto índice de robos, muchos asociados a la droga. Debemos recordar que, a partir de 1980, apareció rápidamente la heroína en las calles y esto fue devastador para muchos jóvenes.

Pese a ello, nuestra joven democracia seguía dando pasos al frente. En septiembre, el Congreso de los Diputados celebró el primer debate sobre el estado de la Nación y ese año empezaron las movilizaciones contra el terrorismo de ETA: fueron multitudinarias las manifestaciones por la muerte de dos empleados del Banco de Vizcaya en un atentado.

En 1983 acaecieron tres tragedias en Madrid con más de 300 muertos: dos accidentes de aviación en Mejorada del Campo y Barajas y el incendio en la discoteca Alcalá 20. Sin duda, las infraestructuras y las medidas de seguridad y protección de la época no eran como las actuales.

Durante la década de los 80 Madrid se convirtió en un referente cultural y fue capaz de despertar a un bullicio cultural y económico, cuyo impulso ha llegado a nuestros días. Nuestra Comunidad tenía ganas de avanzar y así lo hizo. Quería dejar atrás unos grises años 70 y mirar al futuro con ilusión. Levantarse y sobreponerse a lo malo es una característica de los madrileños, somos capaces de «Volver a empezar», como reza el título de la película de José Luis Garci que ese año 1983 ganó el Óscar a la mejor película extranjera. Este espíritu nos ha acompañado hasta la celebración de estos 40 años.

La Asamblea de Madrid ha trabajado para que la Comunidad de Madrid sea irreconocible en la actualidad, gracias a los altísimos niveles alcanzados en materia de bienestar, servicios públicos, infraestructuras, actividad económica o cultura. Podemos sentirnos orgullosos de esta larga etapa de democracia, crecimiento y prosperidad.