Qué debe saber desde el 1 de enero si tiene un coche viejo

Si tiene un coche sin etiqueta de la DGT, es decir, si es un diésel de antes de 2006 o un gasolina de antes de 2000, vaya pensando en que sólo podrá circular como máximo hasta 2024 por la almendra central de Madrid y la M-30 con la nueva normativa municipal. Y esto afecta a 3.901.709 turismos, el 27,5% del censo de coches matriculados en la Comunidad de Madrid, es decir, casi uno de cada tres, según los datos con los que cuenta la DGT.

Sólo en Madrid capital, se estima que estos coches rondan la cifra de los 49.000. ¿Qué debe saber si es propietario de uno de estos vehículo y quiere circular por Madrid a partir del 1 de enero? Además de no poder entrar en el perímetro de Madrid Central, la novedad es que no podrá aparcar en la zona SER o será multado con 90 euros por aparcamiento indebido.

La prohibición abarca el horario de 9 a 21 horas de lunes a viernes no festivos y los sábados de 9 a 15 horas, pero sí podrá hacerlo fuera de estos márgenes horarios o en aparcamientos privados de pago.

Dentro del perímetro de Madrid Central, los coches sin pegatina de la DGT no podrán acceder ni entrar a un aparcamiento privado sin ser residentes, aunque cuenten con invitación. Con todo, el Ayuntamiento fija una serie de excepciones: residentes en su respectiva Área de Estacionamiento Regulado; vehículos comerciales e industriales que dispongan de autorización de estacionamiento SER; los vehículos auxiliares de apoyo a la operación del servicio de transporte público colectivo urbano general de uso regular o los vehículos de 2 y 3 ruedas. Entre las excepciones también se encuentran los vehículos destinados a transportar personas que acrediten disponer y empleen la autorización especial para PMR y los destinados a servicios esenciales.

Además, desde el 1 de enero tampoco podrán acceder los coches con distintivo B de las autoescuelas situadas en el interior de Madrid Central.

El veto al aparcamiento de los coches más contaminantes en la almendra central forma parte del calendario con el que la capital pretende expulsar de forma definitiva a estos vehículos en 2025 y que tiene como siguiente hito 2022, cuando estos coches tampoco podrán atravesar este área. En 2023 quedarán también fuera de la M-30 y en 2024 solo los vecinos podrán usar estos coches en la capital, que quedarán desechados en todos los casos en 2025.

Las medidas introducidas afectarán, además, según los datos de la DGT, al 45% de los ciclomotores, el 18% de las motocicletas, el 29% de los autobuses, el 30,6% de las furgonetas y el 44% de lo camiones matriculados en la región.

Al menos, los coches sin etiqueta podrán circular el en el nuevo año por dos calles más que formaban parte, hasta ahora, del perímetro de Madrid Central, como son las calles Mártires de Alcalá y Seminario de Nobles, después de que la primera de ellas acumulara casi el 22% de las multas. De ahí que asociaciones de defensa de automovilistas como AEA considerasen esta calle como «una trampa». Ahora, su presidente, Mario Arnaldo, pedirá al Ayuntamiento de Madrid que retire las casi 82.000 sanciones impuestas en esta vía a los automovilistas por las que el ayuntamiento ingresará más de siete millones de euros basándose en el principio de retroactividad de la ley más favorable. Este supuesto, sin embargo, ya ha sido descartado por el Ayuntamiento.

Otras asociaciones de defensa de conductores, como Dvuelta, discrepan de las medidas adoptadas. «En lo referente a Madrid Central el giro de 180 grados entre lo que prometió el candidato del PP y actual alcalde de Madrid (retirar la norma) y lo que ha hecho (modificarla ligeramente) refuerza las motivaciones que llevaron a Dvuelta a llevar a los Tribunales el Decreto municipal que incluye Madrid Central. De hecho, esperamos un pronto pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, favorable a las tesis defendidas por Dvuelta, toda vez que el actual equipo dirigido por Martínez Almeida ha ratificado, en la práctica, cada una de las ilegalidades aprobadas por su predecesora, Manuela Carmena», explicó su portavoz, Pedro Javaloyes.

Lo que parece claro es que las medidas adoptadas contribuirá a renovar el anticuado parque de vehículos madrileño y activará la compra de otros nuevos más eficientes y menos contaminantes a lo que el consumidor parece abocado inexorablemente ante las limitaciones que ya se han puesto en marcha.

De hecho, Madrid lidera las ventas de vehículo electrificado y alternativo en España, con una cuota del 56% de las entregas en el acumulado al año, según los fabricantes de vehículos representados por Anfac. Más aún, según los datos de los que disponen, «Madrid es el principal mercado de vehículos nuevos en España, con una cuota de mercado del 38% de las matriculaciones en los ocho primeros meses del año», asegura Anfac.