Un plan para reducir accidentes en Marqués de Vadillo

Conseguir más fluidez en el tráfico y reducir así los atascos y los accidentes sigue siendo uno de los principales objetivos del Ayuntamiento de Madrid que dirige José Luis Martínez-Almeida. No es un cometido sencillo si se tiene en cuenta que la capital es una de las ciudades con más tránsito de vehículos del país y, a su vez, una referencia nacional en la reducción de la huella medioambiental provocada por los medios de transporte. En este sentido, el Área de Medio Ambiente y Movilidad que encabeza Borja Carabante se ha puesto manos a la obra y ha diseñado un plan de actuación para reducir los siniestros en la glorieta de Marqués de Vadillo, en el distrito de Carabanchel, uno de los principales ejes de entrada y salida a la ciudad.

Asimismo, también es uno de los puntos que registra una mayor afluencia de vehículos en las jornadas laborables. Según un estudio encargado por el Consistorio, los percances se incrementaron en un 100 por ciento entre 2017 y 2019. Si en 2017 se registraron 14 accidentes, la cifra se dobló dos años más tarde hasta llegar a los 29. Uno de los más importantes ocurrió una noche de mayo del año pasado: un motorista resultó herido muy grave después de colisionar contra otro vehículo que tomaba la rotonda, un choque que le causó a la víctima un traumatismo craneoencefálico y una rotura de clavícula que le obligó a pasar por el Hospital 12 de Octubre.

La Unidad de Atestados de Tráfico de la Policía Municipal ya había señalado esta glorieta en 2018 como uno de los puntos de mayor concentración de accidentes de todo Madrid. Sin embargo, y a pesar de los análisis que ahora se han realizado, los datos obtenidos no han arrojado certezas acerca de las causas de este incremento en el número de percances de tráfico. Entre toda la información solo sobresalen dos factores que no son para nada nuevos: el abundante tráfico de la zona y la existencia de múltiples salidas.

En concreto, en la glorieta Marqués de Vadillo, situada en la margen derecha del río Manzanares y al sur del Puente de Toledo, confluyen, entre otras, las calles del General Ricardos, Antonio Leyva, Antonio López y la avenida de la Emperatriz Isabel. En total, en las 15 horas de más tráfico de las jornadas laborables, la rotonda soporta el paso de alrededor de 118.000 vehículos, una media que cae los fines de semana.

Todas estas entradas y salidas conforman una gran intersección con seis accesos dobles que acumulan un trasiego constante de turismos, autobuses, motocicletas y camionetas, a lo que hay que sumar los respectivos pasos de peatones. El estudio de movilidad incide también en las deficiencias de las líneas de detención, que son demasiado pequeñas, y en los trenzados, que en muchos casos no cuentan con un espacio suficiente. Si se suman todos estos factores se obtiene un total de 30 movimientos, sin tener en cuenta los que conectan Marqués de Vadillo con Calle 30 y el paseo de Yeserías.

Aunque en un primer momento se planteó la posibilidad de reestructurar la regulación de los semáforos por tratarse de la opción más sencilla y menos costosa, lo cierto es que ese acceso a Calle 30 complica el reparto de las fases. A pesar de esto, este planteamiento no se encuentra del todo descartado y el equipo de técnicos municipales analizará de forma pormenorizada todas las alternativas.

La petición de un colegio

Puede que los que más han demandado que se produzca esta ansiada remodelación hayan sido los responsables del colegio Concepción Arenal (en el número 1 de la calle Antonio López). El claustro directivo ha solicitado al Consistorio en varias ocasiones que se realice un plan para mejorar la accesibilidad peatonal en el cruce, ya que afirman que el tiempo que los semáforos de peatones permanecen en verde es insuficiente, más aún para los niños. Por él pasan día a día una gran parte de los pequeños matriculados en el centro. Asimismo, para acceder al colegio el camino más directo supone cruzar un ramal de acceso y salida a Calle 30.

La última vez que se remodeló la glorieta de Marqués de Vadillo fue en 2009, cuando se acometieron los trabajos de acondicionamiento de lo que hoy es Madrid Río. Entonces, el Consistorio encabezado por Alberto Ruiz-Gallardón buscó ampliar el espacio para los peatones sin perder de vista el objetivo de mejorar la movilidad de los vehículos. En total, el espacio pasó a ocupar 12.076 metros cuadrados gracias a la ampliación de las zonas destinadas a los viandantes. Los arreglos costaron 4,4 millones de euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local.

Con todo, esta rotonda no figura entre los enclaves de mayor siniestralidad de la capital. Según el último informe elaborado por la Policía Municipal, la plaza de Lima (justo frente al estadio Santiago Bernabéu) y el cruce entre la Avenida de Andalucía y la Gran Vía de Villaverde son los «puntos negros» del tráfico rodado en Madrid.