Arqueología

Un castillo medieval en Madrid

Es la única fortaleza de la Edad Media que perdura en Madrid; está en el barrio de Alameda de Osuna y reabre a los visitantes este sábado

Castillo de la Alameda de Osuna, Madrid
Castillo de la Alameda de Osuna, MadridAyto. de Madrid

Los museos municipales de Madrid han reabierto sus puertas al público dentro de las restricciones de aforo y medidas de seguridad e higiene necesarias para evitar contagios por coronavirus. Pero tanto el Castillo de la Alameda como la ermita de San Antonio de la Florida, han tenido que esperar a este fin de semana, porque sólo son visitables los fines de semana y festivos.

Una historia de gloria, decadencia, ruinas, olvido y recuperación es la que viste al castillo de Alameda de Osuna, el único que perdura en la ciudad de Madrid, para sorpresa de propios y extraños. Y es que la historia de este castillo, situado en el distrito de Barajas, no es sólo la de una construcción y sus vicisitudes, sino que sus orígenes están relacionados nada menos que con la formación de España tal cual hoy la conocemos y con la formación de su monarquía.

En el entorno, existen restos de asentamientos antiguos desde la Edad del Bronce hasta la Época Romana.
En el entorno, existen restos de asentamientos antiguos desde la Edad del Bronce hasta la Época Romana.Ayto. de Madrid

El terreno sobre el que está edificado y sus alrededores han estado habitados desde la Edad del Bronce hasta época romana, y una vez edificado, su historia llega hasta la Guerra Civil. De la fecha de su construcción se sabe poco, pero la primera referencia histórica conservada que hace referencia expresa al castillo lo sitúa en 1476 como lugar de refugio de los partidarios de Juana la Beltraneja en la guerra por el la corona castellana que la enfrentó a Isabel la Católica. Sin embargo, su construcción es anterior, bien de finales del siglo XIV o principios del XV, como relata María Victoria López Hervás, conservadora del Castillo de la Alameda, es en tiempos de la guerra entre Enrique II de Trastámara, el de las Mercedes contra su hermanastro Pedro I el Cruel, cuando podría decirse que inicia su historia, ya que Enrique II otorgó el señorío se de Barajas a Pedro González de Mendoza, -primer señor de Barajas- tras la derrota y muerte de Pedro I en los batalla de los Campos de Montiel. Este señorío fue entregado en recompensa por su apoyo y fue enajenado a la villa de Madrid que no le había apoyado en la guerra fraticida.

Esta fortaleza contaba con un perimétro amurallado protegido por un foso, que se salvaba con un puente que podía ser retirado. En el interior, el castillo contaba con un recinto con patio central y una torre circular, al que estaba adosada la torre del homenaje, residencia del señor y emblema de su poderío. Defensivamente, contaba con varios elementos, el foso, el muro y el baluarte o torre del homenaje, como último reducto.

El castillo de la Alameda durante los trabajos arqueológicos.
El castillo de la Alameda durante los trabajos arqueológicos.Ayto. de Madrid

Con el tiempo, esta fortaleza va cambiando de manos, desde la poderosa familia de los Mendoza hasta que tras un incendio en 1695, del que no se hacen reparaciones, va quedando en abandono hasta servir de despojo para otras construcciones. En este cambio de manos se juntan amantes y deudas. Los Mendoza se vieron obligados a ceder la propiedad a Mencía de Ayala, prima y amante del II señor de Barajas, Diego, hijo de Pedro González de Mendoza quien se lo cedió en testamento. De esta forma y tras muchos pleitos termina en la también muy destacada dinastía de los Zapata.

Vista aérea del castillo de la Alameda de Osuna
Vista aérea del castillo de la Alameda de OsunaAyto. de Madrid

A mediados del siglo XVI, con la llegada del Renacimiento y los cambios en la sociedad, con el resurgimiento de las ciudades, los castillos o se abandonan o se transforman en palacios, y el de la Alameda es sometido a una serie de reformas para hacerlo más confortable y adaptarlo a los nuevos tiempos, y se transformó en un palacio renacentista con unos impresionantes jardines en el foso y un estanque en que, según se ha documentado, se podía navegar con un barco. Pero las deudas por tan esplendorosas obras, la falta de descendencia y el incendio, llevaron al abandono del por entonces palacio de recreo. Quedó como cantera para otras construcciones y en 1936, al inicio de la Guerra Civil, se construyó en sus alrededores un nido de ametralladoras.

Ruinas del castillo de la la Alameda de Osuna en los años 50
Ruinas del castillo de la la Alameda de Osuna en los años 50Ayto. de Madrid

Tras un fallido intento de reconstrucción en el siglo XIX, el abandono y el expolio lo dejaron el las ruinas que han llegado hasta el siglo XXI. El castillo y su entorno han sido objeto de varias campañas de excavaciones arqueológicas. En 1980 la Comunidad de Madrid abordó actuaciones puntuales, pero no habían tenido continuidad ni habían constituido el germen de un proyecto que desembocase en la recuperación del yacimiento hasta la actualidad. Pero fue a principios de este siglo cuando el Ayuntamiento de Madrid se planteó el proyecto de estudio histórico, excavación arqueológica y reconstrucción y musealización, tal cual hoy se puede vistar.