Sucesos

El robo con “mataleón” se extiende a Madrid Río

Un hombre denuncia haber sido asfixiado y atracado en el parque por tres menores, posiblemente marroquíes. Se trata del mismo modus operandi utilizado por los "menas" en Casa de Campo

Miles de españoles salen por primera vez, desde que se decretó el estado de alarma, a hacer deporte y a pasear
Un policía pide a unos corredores que abandonen el interior de Madrid Río, uno de los mayores parques de Madrid, cerrado por orden municipalDavid FernándezEFE

“Sí, claro, llegué a temer por mi vida. Me estaba quedando sin aire. Pensé que esta gente me iba a matar. Hubo unos segundos en los que lo pasé realmente mal”. Al otro lado del teléfono, Luis (nombre ficticio) relata a LA RAZÓN su experiencia con serenidad, pero también con la gravedad de quien ha visto su vida amenazada.

Los hechos ocurrieron el pasado 2 de agosto, a las 2:30 horas, en Madrid Río, concretamente a la altura de la calle Ribera del Manzanares. Mientras Luis paseaba por la zona, un joven que iba montado en bicicleta le adelantó en dicho tramo para esperarle unos segundos después apoyado en una barandilla. Una vez que llegó a su altura, el joven le pidió un cigarro y dinero, a lo que Luis le respondió de forma negativa. En ese instante, otros dos jóvenes le atacaron por la espalda. Uno de ellos le aprisionó la garganta con el antebrazo, cortándole la respiración. Otro le sujetaba las piernas. Estaba siendo sometido a la técnica del “mataleón”, consistente en asfixiar a la víctima hacerle perder el conocimiento. Un método que no solo logra reducir al oponente, sino que provoca que prácticamente olvide esos momentos, de forma que no pueda después identificar a sus agresores.

No sabe cuánto duró el ataque. Pero, aunque se le hizo muy largo, “puede que todo no llevara más de un minuto”. Durante la agresión, Luis, que cuenta con nociones de autodefensa, metió la barbilla para adentro, lo que impidió que perdiera el conocimiento. En todo caso, los atracadores lograron su propósito: se llevaron una tarjeta de crédito, una tarjeta de bicimad, las llaves de su turismo y su teléfono móvil.

Por el físico y por su acento, Luis identificó en su denuncia a los agresores como marroquíes, de unos 16 años de edad. Recientemente, tal y como publicó LA RAZÓN, los vecinos de Casa de Campo y Batán han denunciado que la oleada de robos y agresiones protagonizada por los menores extranjeros no acompañados (”menas”) del centro de acogida se estaba extendiendo a áreas cercanas del barrio. Algo que podría responder a la mayor presencia policial en Casa de Campo durante estas últimas semanas, de forma que los menores estarían extendiendo su radio de actividad.

Mientras, Luis sigue recuperándose. Físicamente se encuentra bien, solo “con un poco de dolor en la nuez”. Y si bien sabe que difícilmente podrá recuperar sus pertenencias, también es consciente de que, durante aquella madrugada, podría haber sufrido pérdidas infinitamente más irreparables.