Urbanismo
Estos son los monumentos que están por venir: víctimas del Yak-42, holocausto y terrorismo
El primero, presupuestado en 97.000 euros y situado en el parque del Oeste, podría ser inaugurado antes del próximo verano
Se trata de tres monumentos que aún no existen en nuestro paisaje urbano pero que están en proceso. De hecho, todos ellos cuentan con sus respectivas partidas dentro de unos presupuestos municipales aprobados esta misma semana, después del acuerdo entre el equipo de Gobierno y Vox. Si comparten una característica en común, es que los tres constituyen homenajes en memoria a ciudadanos que perdieron la vida en circunstancias trágicas: el accidente del Yak 42, el holocausto y el terrorismo. Ahora bien, ¿cuándo verán la luz?
Uno de los que primero podría materializarse es el de las víctimas del accidente del Yak-42. Un siniestro que costó la vida a 62 militares el 26 de mayo de 2003, después de que su avión se estrellara en Trebisonda (Turquía). En definitiva, la mayor tragedia del Ejército español en tiempo de paz. En este caso, fue el Pleno del Ayuntamiento de Madrid el que, en 2017, acordó la construcción de un monumento en su recuerdo. El lugar escogido, el Parque del Oeste, en el distrito de Moncloa. Un espacio adecuado tanto por el suelo disponible como por las dimensiones del conjunto propuesto. Según consta en el proyecto de presupuestos de 2021, su importe total será de 97.000 euros.
¿En qué consistiría? En un principio, el diseño será obra del arquitecto Diego Manuel Novo, hijo de uno de los militares fallecidos en el accidente. Se trata de dos muros paralelos que «conducen de la oscuridad a la luz» hasta llegar al espacio principal: 62 huecos, uno por cada fallecido. Cada uno de esos huecos permitirá ver la vegetación del parque. En definitiva, una obra que trata de aunar la búsqueda de la verdad con la reconciliación.
Piedra caliza
Con todo, y según confirman a LA RAZÓN desde el Área de Cultura, Turismo y Deportes, con Andrea Levy al frente, surgieron una serie de complicaciones iniciales. Al realizar las catas en el Parque del Oeste para implantar la cimentación del monumento, se descubrió que había piedra caliza que estaba oculta. Por ello, el proyecto se ha modificado con el fin de reorientar el monumento y que la piedra no se vea afectada. Así, este homenaje se encuentra inmerso en una fase administrativa para su modificación. Las previsiones señalan que, antes de marzo, se podría continuar con la obra. Y si no surgen contratiempos, podría ser inaugurado antes del verano de 2021.
Otro de los homenajes que espera su puesta en marcha es el «Memorial en homenaje a los deportados de campos de concentración nazis», tal y como es nombrado en los presupuestos, con una inversión de 300.000 euros. En este caso, se trata de un proyecto aprobado hace dos años por el Pleno. Su autor es el escultor José Miguel Utande, responsable, entre otras muchas obras, del diseño de los Premios Madrid.
Desde el Área de Cultura explican que es Patrimonio quien gestiona la implantación del monumento. En principio, su ubicación será una plaza muy cercana al Palacio de la Villa, sobre un parking público. El problema está en su peso, y la dificultad que entraña ese espacio para soportarlo. De hecho, el escultor rebajó el peso de la obra de ocho a seis toneladas. Ahora, será Patrimonio quien realizará un informe para analizar las características del conjunto y determinar si la plaza puede aguantar ese tonelaje.
Nombres grabados
«Como escultor y como persona, me interesa que la obra salga adelante. Es un elemento social: unos compatriotas que se enfrentaron cuerpo a cuerpo contra el ejército más poderoso del mundo. Fueron un ejemplo de resistencia y de solidaridad. Es de justicia que salga ya. Está aprobada, está presupuestada, los estudios realizados, incluido el estudio arquitectónico...», detalla José Miguel Utande en conversación con este diario, a la vez que espera que se subsanen todos estos «retrasos». En todo caso, subraya que esta iniciativa es mérito de la labor de Concha Díaz Berzosa, representante en Madrid de la Amical de Mauthausen, y a la que hay que agradecer su «compromiso moral y artístico».
La obra entra dentro de un ciclo que el propio autor ha bautizado como «La Puerta de...», y que en esta ocasión el tema elegido será la «libertad». «No son puertas en su valor real, como la Puerta de Alcalá. Son pasos, hitos», detalla. El monumento a las víctimas del nazismo consta de una puerta y tres esculturas verticales con los nombres grabados de todos aquellos madrileños que estuvieron en campos de concentración. Entre ellos, el de Jorge Semprún, deportado a Buchenwald y posteriormente liberado. Toda la obra está realizada en acero cortés, con unas dimensiones de 5x5 metros para las puertas y de tres metros para las esculturas.
Por último, el tercer monumento que figura en las cuentas municipales es el relativo a las «víctimas del terrorismo», presupuestado en 40.000 euros. Para explicar su origen hay que retroceder al verano de 2019. Concretamente al acuerdo programático firmado entre PP, Ciudadanos y Vox. Entre aquellos 80 puntos, se encontraba la construcción de un monumento a la memoria de la 1.429 víctimas del terrorismo en la Plaza de Colón. Además, el pacto recogía la colocación de placas conmemorativas donde fueron asesinadas más de 400 personas en Madrid, creando el conocido como «itinerario de la libertad».
En enero de 2019, siendo aún candidato a la alcaldía, José Luis Martínez-Almeida anunció su intención de acometer este homenaje si era el designado para ocupar el Palacio de Cibeles. «El Ayuntamiento de Madrid nunca volverá a titubear, a ser equidistante entre los terroristas y las víctimas, entre los que mataban y los que morían», afirmó entonces Martínez-Almeida, en referencia a la entonces alcaldesa Manuela Carmena y su presencia, «con desgana», en un acto de homenaje a Miguel Ángel Blanco, concejal de Ermua asesinado por ETA en 1997.
Este monumento no solo estaría dedicado a las 398 víctimas mortales de la banda terrorista en Madrid –la ciudad europea, por otro lado, más castigada por el terrorismo–, sino a todos los españoles que perdieron la vida en aquellos atentados «por defender a España, la libertad y la democracia». Así, la plaza de Colón, junto a la bandera nacional, suponía un emplazamiento inmejorable. Ya en octubre, y con Martínez-Almeida como alcalde, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) mostró su apoyo al proyecto y su intención de participar activamente en su levantamiento. De hecho, la presidenta de la asociación, Maite Araluce, señaló la necesidad de que existiera coordinación entre el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Gobierno Central de cara a la creación de un único Memorial para las Víctimas del Terrorismo en la ciudad de Madrid.
Esos 40.000 euros presupuestados en 2021, explican desde Cultura, están destinados a los trabajos previos. Se desconoce tanto su diseño como el encargo, aunque el Ayuntamiento prevé que se anuncien después del próximo verano. Lo que sí parece decidido es que, finalmente, el monumento no estará ubicado en la Plaza de Colón. Su destino final será el distrito de Chamartín, en un punto aún por determinar. Su inauguración, añaden, podría producirse en 2022.
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