Ancianos vulnerables
Madrid: Cuando el frutero da la voz de alarma
El Ayuntamiento impulsa una red de apoyo a los ancianos, para ir al médico o al teatro, en una sociedad, según ha dicho Begoña Villacís, “negacionista del envejecimiento”
El Ayuntamiento de Madrid sigue fortaleciendo el programa ‘Madrid vecina’, una red vecinal y de comercios para poner freno a la soledad no deseada de las personas mayores -ahora mismo está activo en Retiro, Arganzuela y Villaverde con la idea de extenderse a los 21 distritos- e impulsa ‘antenas’ de detección de estos casos y de otras situaciones de vulnerabilidad.
Además pondrá en marcha una aplicación “que se está ultimando” dentro del programa ‘Madrid te acompaña’. A través de ella, las personas mayores, sin intermediadores de ningún tipo, podrán “solicitar acompañamiento para actividades como ir al médico o al teatro”, actividades todas ellas para “mitigar el sentimiento de soledad”.
Estos programas forman parte de la estrategia municipal específica contra la soledad no deseada de las personas mayores, la primera de estas características “en la historia del Ayuntamiento de Madrid”, ha indicado el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, desde el Palacio de Cibeles.
La estrategia combina lo público y lo privado, las redes vecinales y las entidades que trabajan a pie del cañón con este colectivo con los recursos institucionales para la prevención, detección y abordaje con el fin de “llegar hasta la última persona en Madrid que se sienta sola”.
CUANDO EL FRUTERO O LA FARMACÉUTICA DAN LA VOZ DE ALARMA
‘Madrid vecina’ pretende identificar situaciones de riesgo o ya implantadas de soledad no deseada entre personas mayores “a través de vecinos, de las farmacias, de los mercados”, esto es, a través de un sistema de ‘antenas’ que puedan dar la voz de alarma en cuanto detecten que las cosas han cambiado o que están empezando a hacerlo y para mal.
“Ya era hora de que se creara en Madrid para involucrar a todos, desde el frutero al farmacéutico”, esto es, aquellos establecimientos donde la persona mayor suele ser un habitual, ha señalado Aniorte. Esa red de antenas detecta si una persona que “iba hecha un pincel, ahora está hecho polvo” y puede dar la voz de alarma en los Servicios Sociales, en los centros de día o incluso en los centros de salud porque “el trabajo codo con codo de la red vecinal con la institución es clave en el éxito del programa”.
Otro pilar de la estrategia municipal es el programa ‘Madrid cerca de ti’, de carácter más técnico y que fomentará la investigación, elaborará protocolos, impulsará campañas de sensibilización, o elaboración de encuestas.
El Ayuntamiento diseña itinerarios de intervención diferenciados en función de las distintas situaciones, que incluye la activación de recursos ya en marcha con otros nuevos y en los que, en ambos casos, resulta “fundamental el trabajo grupal”, con talleres de apoyo psicológico o de habilidades sociales que faciliten el envejecimiento activo, por ejemplo.
EQUIPOS DE SEGUIMIENTO POR DISTRITO
Aquí entra el proyecto de equipos de seguimiento por distrito para detectar y trabajar casos de soledad no deseada de manera individualizada, con la colaboración del Samur Social, Madrid Salud y entidades sociales.
Aniorte ha puesto de relieve la complejidad de la soledad no deseada entre personas mayores al ser un ámbito muy diverso que además se ha visto agudizado con la Covid-19, que ha generado más aislamiento y miedo. .
UNAS 50.000 PERSONAS MAYORES
Un estudio de Madrid Salud de 2017, planteaba que entre el 6 y el 8 por ciento de las personas mayores se sentían solas, lo que equivale a unas 50.000 personas en la ciudad. En las mujeres es más frecuente la soledad emocional y en los hombres la relacional o social.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha puesto el foco en que la sociedad que vive en las ciudades “niega el hecho del envejecimiento”. “Entramos en una sociedad de la negación. Negamos el hecho del envejecimiento, el hecho de la muerte, negamos hasta en los cuentos que el lobo se come a Caperucita”, ha descrito.
Después de preguntarse si se cuida lo suficiente a los mayores, Villacís ha seguido alertando sobre esta “inmunidad al dolor de forma perversa” y ha llamado a “combatir la negación”. “Tenemos que rescatar el valor de preocuparnos por los mayores, de acompañar. Tenemos que dejar de hablar de ciudades inteligentes y empezar a hacerlo de ciudades sensibles”, ha defendido.