1.000 días de obra

La estación de Metro de Gran Vía en Madrid abrirá el próximo 16 de julio

En los próximos días se instalarán los nuevos equipos de peaje y venta, que serán los más modernos de toda la red. Se espera que con la nueva conexión a la estación de Sol transiten 66.000 viajeros al día

Vista de las obras de remodelación de la estación de Metro de Gran Vía.
Vista de las obras de remodelación de la estación de Metro de Gran Vía.ZipiAgencia EFE

La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado hoy que la estación de Metro de Gran Vía abrirá el próximo 16 de julio. “Más de 1.000 días de espera pueden parecer muchos, pero cuando los ciudadanos vean el resultado y a pleno rendimiento sabrán que ha merecido la pena”, ha indicado la jefa del Gobierno regional, que ha comprobado los trabajos que se están realizando en este punto.

Precisamente, Díaz Ayuso ha explicado que no ha sido una obra “fácil”, y que desde que se cerró en agosto de 2018 se han tenido que “lidiar con inclemencias históricas, sanitarias y meteorológicas”. “Pero las habéis superado porque este proyecto merece la pena”, ha sostenido, para agradecer la colaboración institucional con Adif, Metro de Madrid y la Dirección General de Infraestructuras. Se trata de una parada del suburbano que se encontraba entre las 25 más usadas de la región y que, como ha explicado la presidenta, “acogía a más de 16 millones de viajeros cada año”. En concreto, transitan 44.000 usuarios al día y con la nueva conexión que va a tener con la estación de Cercanías Renfe y Metro en Sol se espera que aumenten en 22.000 diarios más hasta alcanzar los 66.000.

El proyecto se encuentra en su recta final, con la obra civil casi concluida, a falta de los trabajos de revestimientos arquitectónicos, que se están llevando a cabo actualmente, y la incorporación de los nuevos equipamientos. Estos se instalarán en los próximos días y serán los más modernos de la red del suburbano, acorde con el espacio, con una imagen futurista. La presidenta también ha comprobado los resultados de la restauración del mural de cerámica presente en el vestíbulo en el que se representa el templete original de acceso a la estación diseñado por Antonio Palacios y cuyos trabajos han finalizado hoy. Se trata de una obra del artista Miguel Durán-Loriga, de 2,12 metros de alto y 6,48 de ancho, con más de medio siglo de vida. Tras una inversión de 10,7 millones de euros, se ha realizado un cambio radical en la arquitectura de la estación, ya que contará con un eje vertical con conexión de los distintos niveles. Tendrá un primero donde se generará un nuevo vestíbulo que conectará y ampliará el actual, pasando de 900 a 2.000 metros cuadrados.

Dispondrá de un segundo nivel intermedio de paso, donde se creará un pequeño museo con los restos arqueológicos que han aparecido en las excavaciones. En el tercer nivel está la conexión con la línea 5 y una galería para unir la parada de Metro de Gran Vía con la de Renfe Cercanías Sol. De este modo, se mejorará la seguridad de la estación, ya que dispondrá de dos entradas y salidas, y permitirá unir las dos estaciones de forma subterránea. La estación mejora su accesibilidad con cuatro nuevos ascensores, ya instalados, y 13 escaleras mecánicas cuyo montaje eléctrico y mecánico también se ha concluido, quedando sólo su integración con el resto de sistemas y puestos de control de Metro. Por otro lado, el 71% de los sistemas nuevos de detención y extinción de incendios ya está incorporado. En cuanto a las nuevas instalaciones, habrá 14 nuevas máquinas de venta de títulos de transporte, de nueva creación y de diseño mucho más moderno.

Estos dispositivos cuentan con grandes pantallas de visualización, la posibilidad de realizar el pago de la operación sin contacto, mejoras en el diseño del interfaz, aprovechando el tamaño de la pantalla, así como también de acceder al servicio de atención al cliente a través de videollamada. Además, se instalarán 17 equipos de control de validación (tornos de entrada), seis de los cuales serán para personas con movilidad reducida, distribuidos en dos vestíbulos. Estos modelos, también de nueva creación, ocuparán menos espacio, tendrán una interfaz más intuitiva, y una pantalla que informará al usuario sobre la validación empleando gráficos y texto, además de Iluminación con LED en las puertas, en el lector sin contacto y en el suelo para informar al viajero sobre el resultado de la validación.

Además, los viajeros con movilidad reducida encontrarán dispositivos como sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad, pasamanos a doble altura, interfonos de comunicación adaptados, o pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar sus desplazamientos. De las nuevas máquinas de venta ya se han realizado las pruebas funcionales en fábrica y tanto estas como los equipos de paso están pendientes de ser trasladados y poder instalarlos en los próximos días. Este proyecto ha sido cofinanciado por la Comunidad de Madrid y la Unión Europea a través del Programa Operativo Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER 2014‐2020.