El amor reta a la covid

Las bodas se disparan en Madrid

Los enlaces civiles aumentan casi un 100% respecto a 2020 y ya alcanzan cifras de la era pre pandemia

En Madrid vuelven a sonar campanas de boda. Todos aquellos que, el año pasado, decidieron aplazar momentáneamente el «si, quiero» y reservarlo a tiempos mejores –y, sobre todo, más seguros– están cumpliendo su compromiso. Así lo reflejan los datos facilitados a LA RAZÓN por el Ayuntamiento de la capital, concretamente por el Área Delegada de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana, con Silvia Saavedra al frente. En 2019, la ciudad de Madrid registró 1.595 matrimonios civiles; el pasado año, la cifra cayó a 666, lo que supuso prácticamente un descenso del 60 por ciento. Una cifra esta última en consonancia con la media nacional. Según datos del INE, durante el primer semestre de 2020, se celebraron un total de 28.327 bodas, un 60,83% menos que el año anterior. Sin embargo, en lo que vamos de 2021, el número de uniones si sitúa en 1.314. Un aumento que roza casi el 100% en relación al año pasado y que coloca a nuestra ciudad en cifras similares a la era pre-pandemia.

Por distritos, hay tres en los que se están celebrando un mayor número de enlaces: Centro, Arganzuela y Salamanca. Por contra, los que menos bodas han registrado son Barajas, Tetuán, San Blas y Vicálvaro.

En cuanto a los días disponibles, no hay ninguno libre en lo que queda de 2021. Durante el mes de agosto, este servicio gratuito –salvo los sábados, que están sujetos a una tasa de 120 euros– del Ayuntamiento de Madrid permanecerá cerrado. A partir de septiembre, todos los días han sido ya reservados.

El fin del estado de alarma ha tenido buena parte de culpa en este «boom». Desde el pasado 9 de mayo, ya se pueden celebrar bodas y otras celebraciones religiosas de carácter social, tanto en espacios al aire libre como en lugares cerrados. Eso sí, se mantienen algunas restricciones, como la obligación de llevar mascarillas en espacios cerrados o la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas. Además, a día de hoy, el aforo se mantiene en un 50% en bodas y lugares de culto. Con todo, desde el pasado 21 de junio, la Consejería de Sanidad permite la celebración del tradicional baile, siempre que sea al aire libre.

En todo caso, se puede decir que los sectores que rodean a estos eventos por fin comienzan a ver la luz tras un 2020 aciago. Recientemente, la Asociación de Profesionales de Boda (Apbe), señaló que, de las 175.000 bodas anuales que se celebraron en 2019 se pasó a esas casi 30.000 del año pasado. Enlaces, por otro lado, que se vieron privados de los convites posteriores. Ahora, en este 2021, los profesionales del sector esperan ascender hasta las 100.000 el presente año.

No en vano, y según un estudio de Zankyou, web especializada en bodas, cada enlace supone un coste medio superior a los 12.000 euros. Y Madrid es la ciudad española más cara para casarse, solo por detrás de Bilbao, y por delante de Barcelona Por otro lado, los compromisos no se rompen pese a la coyuntura sanitaria: ocho de cada diez parejas aseguran que continúan adelante con la fecha que tenían prevista para 2021.

Con el 2022 en mente

Con todo, se espera que el año de recuperación definitivo sea el próximo 2022. Como aseguró a Efe Isaac Amselem, presidente de Abpe, este año las bodas están siendo «escasas y más discretas», ya que las parejas saben que no podrán tener baile, discoteca o barra libre, y optan por invitar solo a los imprescindibles». De hecho, el pasado año, el sector estimó pérdidas valoradas en 3.500 millones, cuando, en condiciones normales, genera unos 350.000 empleos directos y factura alrededor de 6.000 millones anuales. Y muchas de las empresas implicadas son pequeñas o están en manos de autónomos.

Este «repunte» en las bodas no solo es señal de que la normalidad, a secas, empieza a imperar en nuestro día a día; también es positivo para el conjunto de la economía madrileña. Prueba de ello es que las fincas especializadas en estos eventos han ido aumentando sus reservas hasta el punto de que, ahora mismo, resulta muy difícil encontrar un espacio disponible en un plazo medio de tiempo.

En todo caso, parece que parte de la recuperación pasa por las bodas. Con motivo de la última edición de Fitur, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentó el proyecto «Madrid Destination Weddings» un nuevo producto turístico dirigido al público de bodas y eventos. Básicamente, se trata de una iniciativa que busca posicionar a la región madrileña como destino de lujo y líder europeo en la organización de este tipo de celebraciones, lo que podría posibilitar la reactivación de los sectores implicados. La mayor parte de ellos, son los más afectados como consecuencia de la pandemia: alojamientos, restauración, agencias de viajes, guías turísticos, DMC y organizadores de eventos... Del mismo modo, el ocio, el comercio, la moda, los servicios de belleza, el transporte, los museos y los teatros serían otras de las actividades que podrían verse beneficiadas debido al incremento de la estancia media y del gasto desembolsado por los turistas.

Turistas norteamericanos

No debe obviarse el hecho de que, a nivel mundial, el sector de las bodas genera un negocio de más de 75.000 millones de dólares y ha experimentado en los últimos años un gran crecimiento. De hecho, la celebración de las bodas fuera del país de origen ha crecido más de un 100% en los últimos cinco años. Y es en esa «liga» en la que la Comunidad de Madrid quiere entrar.

Se trata, por otro lado, de un proyecto enfocado principalmente al mercado norteamericano, que, a día de hoy, es el gran emisor de turistas con destino a nuestra región.

Teniendo en cuenta los brotes verdes que comienzan a verse este 2021, ¿podrían superarse las cifras de enlaces para el próximo 2022? Son muchas las parejas que han optado por esperar a que el coronavirus, si no erradicado, sí que quede controlado, sin temor a nuevas oleadas, para poder celebrar sus matrimonios con plenas garantías. Desde el Ayuntamiento de Madrid creen que, si bien «la tendencia a la celebración de matrimonios civiles va en claro ascenso», finalmente «dependerá de la situación sanitaria en la que nos encontremos. Posiblemente, si el escenario en la lucha contra la pandemia se desarrolla de forma favorable, todo hace que pensar que podríamos acercarnos a cifras pre pandemia», concluyen.