Hablamos con El Zulista, el azote de los pisos pequeños: “Cada día aparece algo peor e increíble”

¿Cómo nace «El Zulista»?

La idea surgió a través de un grupo de Whatsapp en el que una de las personas buscaba piso en ese momento porque donde estaba viviendo ya no le renovaban el contrato de alquiler. Como anécdota comenzó a mandarnos las peores cosas que se iba encontrando en los anuncios y para nuestra sorpresa siempre aparecía algo peor y más increíble cada día. A medida que se acercaba la fecha en que debía hacer la mudanza lo que empezó de forma graciosa comenzó a ser angustioso. A partir de ahí pensamos que era un tema que en ese momento no tenía apenas visibilidad así que se nos ocurrió que una forma de dársela era a través de las redes sociales, de Twitter concretamente, y de esta forma trasladar nuestros hallazgos del grupo a la red social para visibilizar la situación de gran parte del mercado inmobiliario.

¿Os envían el material vuestros seguidores?

Tenemos los mejores seguidores de mundo. Desde nuestros comienzos la cuenta ha tenido una estupenda acogida y siempre hemos tenido unos seguidores muy participativos y divertidos. Muchos de ellos nos envían material por privado o nos citan cuando ven algún hallazgo interesante. Nuestros zulos son pequeños, pero nuestros zulistas son muy grandes.

¿Han ayudado las redes sociales a denunciar estas cosas?

Cuando abrimos la cuenta, en abril de 2018, la problemática de la vivienda ya estaba ahí, especialmente en las grandes ciudades. Sin embargo, no era un tema que estuviese de actualidad. Desde entonces se ha abierto un debate, el tema se ha expandido en redes sociales, se ha llevado a las tertulias, a los periódicos e incluso a la agenda política. Que hay un problema es evidente, para solucionarlo lo que hay que hacer es visibilizarlo y reconocerlo; después, buscar soluciones y aplicarlas.

¿Se llevan Madrid y Barcelona la palma?

Las grandes ciudades son el gran nicho del zulismo sin duda. Tristemente, podemos encontrar zulos en cualquier rincón, incluso en ciudades mucho más pequeñas donde la presión inmobiliaria y del suelo es mucho menor, pero es cierto que la densidad de zulos por kilómetro cuadrado y el precio de los mismos en ciudades como las que citas es mucho mayor.

¿Habéis podido haceros una idea del perfil de propietarios e inquilinos que ofrecen y acceden a estas viviendas?

No hay un perfil único en este sector. Los propietarios buscan sacarle el máximo rendimiento a su propiedad y suelen fijar el precio en función de lo que ven por la zona o de los que les aconsejan las inmobiliarias valorando de nuevo el precio medio de la zona. Los inquilinos quieren, lógicamente, alquilar el mejor piso posible dentro del presupuesto que tienen. La realidad es que en ciertas ciudades esto se complica, o bien van aumentando su límite de presupuesto, quitándolo de otras cosas o pidiendo ayuda a sus padres, bien se van mucho más lejos de su trabajo de lo que tenían previsto o bien deciden compartir piso o irse a un zulo. A veces, incluso, coinciden todas estas renuncias a la vez, un zulo compartido, lejos de todo y a un precio elevado.

¿Hay alguna anécdota o piso que recordéis especialmente?

Una cosa curiosa que nos ha ocurrido es que alguna vez el propio propietario de un zulo, nos lo ha enviado por privado para que le diésemos publicidad. Lógicamente, no lo hicimos.