Gastrochic
Benji’s Bar, diversión en la mesa del desayuno a la cena
Apuesta por una cocina de mercado alimentada por buenos productos
Hemos repetido en más de una ocasión en estas líneas la frase que en su día pronunció Ferran Adrià en la que insiste en que a los restaurantes la mayoría de los mortales acude a socializar. Más allá de aquellos establecimientos en los que reservamos con el objetivo de descubrir las recetas de determinados cocineros, también nos gusta reunirnos alrededor de una mesa como acto social y si encima disfrutamos de un rico almuerzo o cena, mejor. Es el caso de Benji’s Bar, el local de Benji Aparicio, situado en Valdemarín (Aravaca). Como su propio nombre indica se trata, dice, de «un bar llevado a los tiempos que corren». De ahí que la oferta sea amplia y perfecta para degustar a cualquier hora, ya que los desayunos merecen tanto la pena como disfrutar de un almuerzo o una cena informal con amigos, familia o compañeros de trabajo. Lo que sí se nota es que el empresario sabe cuáles son los gustos de quienes abarrotan sus espacios y apuesta por una cocina de mercado alimentada por buenos productos.
Desfile de platillos
Carnívoros, la chuleta lleva el sello Discarlux, y con eso lo decimos todo, y el corte denominado «Cowboy» de vaca, de origen «Simmental», con una buena infiltración, procede de Burgos, lo mismo que la entraña, la presa orgánica de wagyu de pasto y la carne de la muy rica Dirty Burger, con una maravillosa mezcla de rubia gallega y wagyu a devorar con bacon, queso cheddar, salsa barbacoa y pan brioche. Antes, para abrir boca, dejamos que comience el desfile de platillos para compartir: el matrimonio, los bocabit, que en realidad son unos pani puri indios inflados y rellenos de tartar de atún y coronados con un huevo frito de codorniz y base de mayonesa, el imprescindible brioche de cochinita pibil y la alcachofa confitada con una velouté de jamón y gallina y piñones tostados. No faltaron en nuestra degustación los uramakis de pez limón braseado con mayonesa trufada, un clásico de la propuesta del japo-americano NoName Bar, primero de los espacios fundado por Benji, a los que se ha unido Matis, en La Moraleja. Las pizzas son famosas entre los aravaqueños y nosotros somos adictos a la de mortadela, straciatella y trufa. Cualquier hora es buena para pedirla tanto para tomar en el local como para llevarla a casa. Mientras espera, que vuele una de croquetas, la ensaladilla rusa y el steak tartar. Buenísimo el Bloddy Marino, con vodka, zumo de tomate, caldo de carabinero, lima, Perrins y sal de apio. Gran elección.
Dónde: Avda. de Valdemarín, 169. Aravaca. Madrid.
Tel.: 911 08 88 00.
Precio medio: desde 35 euros.
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