Un millar de participantes en la carrera non stop de 53 relevos en 500 kilómetros

Decía Vicente del Bosque que «el deporte forma mejores personas, con valores, solidarias...». Lo hacía poco antes de que Raúl Chapado, el presidente de la Federación Española de Atletismo, acompañado de Jesús García Bragado, diera el pistoletazo de salida a la XXV edición de la carrera por relevos Tajamar- Torreciudad (Huesca), que vuelve a reactivarse después del parón de la pandemia. Arrancó en el famoso colegio de Vallecas, ayer, y tiene como meta el santuario oscense. Un trayecto de 500 kilómetros que transcurre por carreteras secundarias de cinco Comunidades Autónomas: Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Navarra y Aragón.

La carrera tiene un ambiente familiar, ya que cuenta con la participación, en algunos casos, de padres, abuelos y nietos, muchos de ellos relacionados con el colegio Tajamar. La llegada a Torreciudad está prevista para el sábado a primera hora. Allí ofrecerán a la Virgen de los Deportistas los trofeos de la temporada. Otros participantes cubren en bicicleta la distancia en tres etapas, con descansos en Almazán (Soria) y Ayerbe (Huesca). La popular carrera cuenta con la participación de un millar de corredores inscritos. Entre estos cabe destacar una compañía de los Regimientos Inmemorial del Rey (Madrid) y Alcázar de Toledo, el Club Cámara de Lisboa y alumnos de varios centros de enseñanza.

Especial reconocimiento mereció ayer Lázaro Linares (Madrid, 1935), entrenador de atletismo de Tajamar durante cuatro décadas. Fue el descubridor de atletas como Chuso García Bragado, campeón del mundo en 50 km y atleta con récord mundial de participaciones olímpicas. También entrenó a atletas como Fernando Cerrada y Antonino Baños, ambos medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de 1975, en 5.000 m.l. y maratón, respectivamente, entre otros muchos méritos.