Nueva legislatura
Almeida empieza ahora
Hoy arranca su verdadero mandato para flexibilizar la movilidad, controlar el gasto, reducir la deuda, bajar impuestos y generar un clima de desarrollo y atracción de inversiones
Cuando se publique este artículo, faltarán pocas horas para que el Ayuntamiento de Madrid se constituya dentro de esta nueva legislatura municipal (mayo de 2023-mayo de 2027). Los resultados en la capital de España, así como en una mayoría de municipios madrileños y en la Comunidad de Madrid, han sido claros y rotundos: el Partido Popular, después de doce años, vuelve a contar con mayoría absoluta tanto en el Ayuntamiento de Madrid como en la Comunidad.
Esto, le permitirá a Almeida gobernar sin ataduras, que no quiere decir sin buscar acuerdos, pero sí significa sin someterse a una presión permanente que pudiese derivar en una vía muerta en caso de no alcanzar dicho acuerdo. Así, Almeida comienza ahora, realmente, su era en el Ayuntamiento de Madrid desde el punto de vista de poder aplicar el programa con el que concurrió a las elecciones.
En estos cuatro años, ha gobernado en el Ayuntamiento de Madrid en coalición con Ciudadanos en Junta de Gobierno, con el apoyo externo de Vox. Es obvio que en su ejecución hay una importante impronta de su programa electoral, pero con ciertas limitaciones y modificaciones, fruto de aplicar un programa de gobierno como resultado del acuerdo alcanzado entre dos partidos. Por ejemplo, el tratamiento de las zonas de bajas emisiones no ha podido ser más flexible para muchos vehículos porque Ciudadanos impuso una mayor rigidez al respecto. De la misma manera, algunos presupuestos no han salido adelante porque Vox terminó retirando su apoyo a los mismos, con ralentización de la acción de gobierno.
Por eso, el verdadero mandato de Almeida, por el que habrá de ser medido, comienza ahora, a mi parecer, para flexibilizar la movilidad, controlar el gasto, reducir la deuda, bajar impuestos y generar un clima de desarrollo y atracción de inversiones que creen actividad económica y empleo, dentro de sus competencias. Esa potencial atracción de inversiones o el desarrollo de Madrid Nuevo Norte abren un abanico de posibilidades de impulso de la prosperidad. Todo ello, cuidando las principales competencias de un ayuntamiento, como son la seguridad, la limpieza, la iluminación, el pavimentado de las calles o el asfaltado de las calzadas, facilitando la movilidad de los peatones, sin duda, al tiempo que se pueden eliminar trabas a los vehículos, que tantas personas necesitan en su día a día.
Es poder aplicar sin ataduras, de manera decidida y cumplidora, el programa electoral que Almeida ha defendido en las elecciones; continuador, con añadidos, del de 2019; heredero, en el espíritu, del programa de 2015, que el PP nunca pudo aplicar, al no conseguir la mayoría suficiente para gobernar, pese a ganar las elecciones; y con una línea histórica de continuidad de los programas aplicados por el centro-derecha en el Ayuntamiento de Madrid desde 1989 y en solitario el PP desde 1991.
La historia de Almeida hacia el Ayuntamiento de Madrid comenzó al ser llamado por Esperanza Aguirre para que la acompañase en la lista del PP en la capital en 2015. En plena precampaña, como ya he contado en alguna ocasión, el miércoles, ocho de abril de 2015, se reunió un grupo de siete amigos para cenar, como acostumbraba a hacer periódicamente, en un restaurante del barrio de Mirasierra, en Madrid. Todos ellos compartían muchas horas de trabajo en la Comunidad de Madrid.
Entre ellos, se encontraba José Luis Martínez-Almeida, que iba como destacado número tres de la candidatura. Finalmente, el veinticuatro de mayo de 2015, al PP le faltan 7.937 votos para obtener el concejal número 22, que le habría permitido gobernar, y Podemos, con el nombre de Ahora Madrid y Manuela Carmena de candidata, se hacen con la alcaldía gracias a que el PSOE prefiere ser bisagra a que el PP haga alcalde al profesor Carmona.
Tras ser elegido portavoz al renunciar Esperanza Aguirre, va labrando, poco a poco, una oposición efectiva. Posteriormente, es propuesto por Pablo Casado para ser el candidato y logra sumar con Ciudadanos y recuperar la alcaldía de Madrid. Una vez más, ese grupo de amigos siguió con frenesí el recuento de las elecciones municipales y pudo cambiar el tema de su grupo de whatsapp de «Almeida, Alcalde» a «Alcalde Almeida», para celebrarlo, posteriormente, en el lugar habitual, el martes dos de julio de dicho año.
Entre 2019 y 2023, Almeida ha pasado por momentos de enorme popularidad, definido como el «alcalde de España» durante la pandemia; y otros en los que el desgaste fue importante, pero en todo momento hizo valer su inteligencia política para salir adelante y culminar con mayoría absoluta, en un momento álgido de Madrid.
Una vez más, ese grupo de amigos ha vuelto a celebrarlo el pasado martes trece de junio –sin supersticiones, justo el día en el que se cumplían ocho años de la llegada de Almeida y sus compañeros al Ayuntamiento– y hoy, sábado diecisiete de dicho mes, ven cómo Almeida revalida su mandato, con una mayoría suficiente, que le permitirá ser libre para aplicar sus políticas y tratar de impulsar a la capital de España. Hoy, rodeado de los anteriores alcaldes, empieza el reto de Almeida, la era de Almeida en el Ayuntamiento de Madrid. Realmente, Almeida empieza hoy y sus amigos le desean muy buena suerte.
José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria
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