Gastronomía
Cinco planes para sentarse a la mesa de la Semana Santa
Cada uno es diferente y adaptado a todos los gustos: El Señor Martín, Abya, Bakko, Gran Vía 18 y Berria
La Semana Santa madrileña no solo se vive en las calles e iglesias; también se celebra en la mesa. Con la llegada de la primavera, la capital se llena de propuestas culinarias que combinan tradición, innovación y vistas espectaculares. Desde templos del producto marino hasta rooftops con coctelería de autor, lanzamos cinco propuestas.
El mar en el Señor Martín
Para muchos, si tuviéramos que elegir un restaurante, ante la dificultad de la amplia oferta gastronómica madrileña, este sería uno de ellos. Ubicado en la calle General Castaños, junto a la plaza de Villa de París, El Señor Martín se ha consolidado como un referente para los amantes del pescado y el marisco de calidad. Junto a Víctor Serrano como jefe de cocina, el restaurante ha iniciado una nueva etapa apostando por el talento joven y sin perder su esencia: el respeto absoluto por el producto.
En un ambiente que recuerda al de una lonja, la propuesta gastronómica se basa en la «verdad del producto», donde las técnicas culinarias están al servicio del ingrediente. Así lo trasladó su propietario Javier Rodríguez a LA RAZÓN: «en este lugar el protagonista siempre estará en el centro de la mesa».
El resultado de cada plato no es otro que sobresaliente, no solo sorprendiendo con la materia prima sino con su tratamiento, como el caso del canelón de centolla, tan sabroso como fino y elegante; así como el postre cítrico, una apuesta que concluye a la altura el mejor festín. Además, cabe señalar que el restaurante mantiene un contacto directo con lonjas y pescadores que practican la pesca sostenible, asegurando así la máxima frescura y responsabilidad en cada plato. El Señor Martín busca no solo ser un restaurante, sino un manifiesto marino que celebra la trazabilidad, la sostenibilidad y la honestidad en cada servicio.
Abya, en el Palacio de Saldaña
En pleno corazón de la Milla de Oro, el Palacio de Saldaña alberga Abya, un espacio de diseño e historia donde la gastronomía, el arte y la cultura se entrelazan. Bajo la dirección del chef Óscar Castellano, el restaurante ofrece una cocina internacional libre y sin ataduras, fusionando sabores y técnicas de diferentes partes del mundo.
Entre las nuevas incorporaciones a la carta destacan el tiradito de Hamachi con ponzu de bergamota, caviar cítrico y jalapeño; el pincho de molleja de ternera con holandesa de criolla; y la milanesa de Angus con queso majorero y piquillo. Y ojo, sus tomates (con sabor a tomate) en la ensalada acompañada de burrata no deja indiferente. Para los amantes de los postres, el cenote de chocolate —caliente, ahumado y picante con crema de cacahuete y chocolate blanco— y la tarta de queso elaborada con leche fresca, queso crema y huevos camperos son los imprescindibles para la mayoría de los comensales.
Abya ofrece cocina non-stop de lunes a domingo, con capacidad para hasta 300 comensales por servicio al día. Además, su coctelería de autor, que incluye una línea propia de mezcales y tequilas, y su programación de música en vivo, convierten cada visita en una experiencia al completo.
Bakko, el nuevo japo
Ubicado en la calle López de Hoyos, este nuevo restaurante está especializado en cocina japonesa. Bakko ofrece un menú omakase de 130 euros en barra, una carta abierta en mesa y una pequeña barra en la entrada para picoteo sin reserva.
Su enfoque recae principalmente en los nigiris, brasa y una cuidada selección de vinos que supera las 300 referencias. Desde Bakko buscan ofrecer una experiencia de alta calidad en un ambiente informal y divertido, sin las pretensiones de los restaurantes encorsetados. Así lo afirmó uno de sus socios recientemente a este medio, Alberto De Luna: «No buscamos la Michelin, sino que el cliente salga satisfecho, aunque lo diga en silencio».
Los comienzos son duros y el rodaje requiere de tiempo, así que concedámoslo. La apuesta de la cocina por la trayectoria está clara y lo más difícil se ha logrado: el buen producto y la cocción y soltura a la vez que esponjosidad- del arroz. La experiencia de omakase se compone de un aperitivo, ostra con beurre blanc, gilda de sashimi, gyoza de cocido y una selección de 4 nigiris. Posteriormente, llega el plato más «gocho» del viaje, el katsu sando de costilla ibérica, compensando la jugosidad de la carne con el bocado más «crunchy» y el mochi del día. Durante la experiencia, encontramos sabores potentes y punzantes en casi todos los platos; así como cierta fusión entre la cocina japonesa (respetando el tamaño auténtico de los nigiris) con la más familiar, véase la gyoza de cocido con un sabor potente a chorizo, el aperitivo que nos recuerda que llega la primavera con un refrescante salmorejo, o el postre que nos traslada al caramelo con chicle koyac de nuestra infancia.Para conocerlo, Bakko abrirá de jueves a domingo durante esta Semana Santa.
Coctelería con vistas en Gran Vía 18
En las dos últimas plantas del edificio WOW Concept, Gran Vía 18 se prepara para la época estival apostando por unas vistas privilegiadas, música y diversión y picoteo. No obstante, su interior también dispone del concepto restaurante para quienes busquen una opción más formal y tranquila.
El chef Jairo Jiménez lidera una cocina que rinde homenaje al tapeo castizo y a las brasas, utilizando materias primas de calidad. Entre sus platos destacan la ensaladilla rusa de verduras a la brasa con pulpo, las croquetas de jamón ibérico semi líquidas con velo de panceta Joselito y el rodaballo a la brasa con salsa meunière a la noisette.
En la azotea, el rooftop ofrece una carta informal de tapas y finger food, complementada con una seductora coctelería de autor. «Con vistas privilegiadas a la Gran Vía y a la calle Clavel, es el lugar perfecto para largas sobremesas y encuentros con amigos durante la Semana Santa», trasladan desde el local.
Berria, vinos en la Puerta de Alcalá
Frente a la emblemática Puerta de Alcalá, Berria se erige como un wine bar cosmopolita que invita a vivir una experiencia enológica única. Con más de 3.000 referencias en bodega y más de 100 vinos por copas que se renuevan constantemente, Berria ofrece un viaje alrededor del mundo a través de su carta dinámica.
Todo ello en una terraza con vistas al Retiro que es, sin duda, una de las más especiales de la ciudad, especialmente en estos días de Semana Santa, cuando el ambiente se llena de vida, anticipa la primavera y la ciudad invita a saborear cada rincón de Madrid.