Comercios Centenarios

Durán: la aspiración de hacer la plata y las joyas accesibles

Este negocio se inició en 1886 con el bisabuelo de Alfonso Durán. Al principio estaba más orientado a platería que a joyas; hoy es lo contrario

Comercio Centenario Joyeria Duran
Comercio Centenario Joyeria Duran. David JarDavid JarFotógrafos

Unos rótulos en las puertas automáticas del establecimiento que muestran en repetidas ocasiones el número 130 ya avisa al cliente: este comercio tiene una historia desde hace más de 100 años. Ahora es la cuarta generación de la familia quien dirige Durán Joyeros. Uno de ellos es Alfonso Durán, de 61 años. El negocio lo fundó su bisabuelo, Pedro Durán, en 1886, quien comenzó haciendo sobre todo platería y llegó a relacionarse con la alta nobleza y a ser proveedor de la Casa Real. Con el tiempo, se ha ido evolucionando como establecimiento comercial al público: ahora se dedican más a las joyas que a la platería y cuentan con otro local situado en Valencia.

Alfonso Durán no solo tiene un establecimiento centenario, sino que se sabe la historia de memoria y se esfuerza por contarla bien, como si así la preservara. «Sobre 1870, un aprendiz de platero llamado Pedro Durán trabajó con el importante platero de Galicia Eduardo Rey. Después, vino a Madrid y comenzó a trabajar con otros grandes plateros de la capital», cuenta Durán en el local de la calle Goya. El día que se casó Pedro Durán fue también el día que fundó el negocio, según Alfonso. «Empezamos por la zona de Alfonso XII y mi bisabuelo tenía contacto con la alta nobleza, específicamente con la duquesa de Fernán Nuñez. Ese palacio de Fernan Núñez lo inauguraron, hicieron una fiesta a la que acudieron Alfonso XII y la Reina María de las Mercedes y parte de la plata de ese palacio estaba hecha por mi bisabuelo», cuenta Alfonso quien además añade que eso les dio acceso a la Casa Real, de la que fueron proveedores a partir de 1899.

A partir de ahí, fue el abuelo de Alfonso, y luego su padre, Roberto Durán, junto con sus tíos, quienes continuaron con el negocio familiar. En esta tercera generación, la de su padre, deciden hacer algunos cambios: cogen un local en la calle Serrano en 1962, para irse del centro de Madrid, pues estaban también la calle Espoz y Mina. «En ese momento la calle Serrano no era la calle de lujo, la única que estaba que fue la primera que se abrió fue Loewe». Esta tienda perduró hasta 2009.

Un aspecto importante de esa época fue que en 1969 abrieron la parte del negocio de subasta de arte, que supone una de las patas comerciales hoy. «Nos gusta decir que el grupo Durán es el grupo familiar más diversificado en el arte: con empresas estables centenarias, con proyección en el mundo de la plata; por otro lado, tenemos el de la joyería que podríamos llamar fina, así como la marca más accesible Exquse. Y por último el mundo de las subastas», cuenta Alfonso.

Alfonso tomó el relevo del local en 1987. «Bueno, esto es un tema familiar en el que nadie te dice te voy esperando. Te va gustando. Ves a tus padres, a tus tíos. Recuerdo que venía en las vacaciones de verano, los sábados de junio, con 14 años, y con los restos de las jarritas, bandejas, patitas, asas, hacíamos una jarrita y esa era nuestra práctica», explica Alfonso. Ahora, una de las partes que más le gusta de su trabajo es la satisfacción que le da la alegría de sus clientes. «Nosotros recibimos a los clientes en un momento bonito de su vida, en el que quieren invertir un dinero importante para celebrar y recordar un aniversario, una graduación. Eso es muy satisfactorio, aunque un gran reto y compromiso». Alfonso reconoce que muchas veces los clientes se han convertido en «conocidos y en amigos».

Además, desde Durán siempre han querido hacer sus líneas lleguen al mayor público posible. «Mi bisabuelo», explica Alfonso, «estaba encantado con atender a la aristocracia. Pero en su época había una incipiente clase media, que no se la llamaba así, que él empezó a conocer. Él decía: “tenemos que llegar a ser accesibles, que haya un marco de plata en cualquier casa de una familia española”». Por ello tienen una línea de plata «más accesible» que se llama Durán Exquse: «una línea de joyas de plata para cualquier bolsillo, desde los 40, 50 euros hasta los 600». «Nos gusta decir la somos la marca de lujo accesible española por excelencia».

La quinta generación de la familia está en el horno. «No sabemos cuándo se pueden incorporar, tienen que acabar sus estudios. Ahora todo se ha tecnificado más, tienen que tener estudios, idiomas y tener práctica en otros negocios para traer nuevas ideas e incorporarlas. Saber cómo está el mundo moderno, la competencia. La quinta generación está todavía en esa fase», dice Alfonso.