Mercado laboral
Encontrar empleo con 55 años ya no es misión imposible en Madrid
La Comunidad de Madrid incentiva la contratación de profesionales sénior con casi 18 millones de euros en subvenciones para empresas
La Comunidad de Madrid sigue reduciendo las cifras de desempleo, especialmente en los grupos de población de «atención especial». El perfil laboral sénior es uno de los más estigmatizados del mercado, siendo el rango de edad (por encima de los 55 años) en el que más tiempo cuesta la reinserción laboral. Por ello, la Comunidad de Madrid desarrolla un Programa de Fomento de la Contratación Indefinida para esta clase de parados, que además suelen convertirse en «de larga duración». Bajo la etiqueta de «atención especial» se enmarcan colectivos, además de los sénior, como parados de larga o muy larga duración (más de dos años), retornados de países extranjeros o profesionales del entorno rural (municipios de menos de 5.000 habitantes).
Esta ayuda a las empresas para esta clase de contratación consiste en unas subvenciones a fondo perdido a las que pueden acogerse autónomos, empresas y asociaciones de carácter privado sin ánimo de lucro. El valor de estas subvenciones ronda entre 5.500 y 10.000 euros dependiendo de las circunstancias de la persona contratada y si se cumplen ciertos requisitos, como, por ejemplo, que sea la primera contratación realizada por un autónomo. Por parte de las empresas, debe haber compromiso de mantenerlos contratados con alta en la Seguridad Social un mínimo de 12 meses. Bajo este marco, empresas como instalaciones Joralo, constructora y empresa de prevención de incendios, han apostado por contratar a jornada completa a tres trabajadores sénior, con edades entre 55 y 59 años, por los que han recibido 22.500 euros en incentivos.
La experiencia de Joralo
Desde el grupo empresarial Instalaciones Joralo atienden a LA RAZÓN para valorar los motivos por los que apostar por candidatos sénior. «La cualificación no tiene que ver con la edad. El valor de un empleado se mide por su conocimiento, sus ganas y su experiencia. A veces son los más agradecidos ya que les dan mucho más valor al trabajo que las nuevas generaciones. Están más acostumbrados a tener responsabilidades y no piensan solo en ellos mismos, sino en el bien común, como en una familia», comparte Jorge García, gerente de Instalaciones Joralo.
Entre los factores que podrían estar deteriorando la valoración del trabajo en la gente joven, García apunta «la sobreprotección y el final del modelo de formación en las empresas». Antes un primer empleo se entendía como parte de la formación y se creía en el crecimiento o ascenso dentro de la empresa. Ahora solo se busca la recompensa inmediata y los empleos son más volátiles. La empresa no significa lo mismo que para la generación de nuestros padres». De la misma forma, también enumera la riqueza que aportan los profesionales veteranos: «Producen muchas más sinergias, ya que sirven de inspiración para los jóvenes e incluso son capaces de ofrecer consejos gracias a su experiencia. Nos permiten crecer a corto plazo».
Como empresario, García valora que desde la Comunidad de Madrid se facilite la contratación a los empresarios y se escuchen sus necesidades: «Las empresas somos la riqueza de un país, mantenemos y generamos el empleo. Aunque se hable mucho de creación de empleo, muchas veces no se hace nada para reducir el alto riesgo que conllevan las contrataciones y los elevados gastos en formación».
A cierre de 2023 han sido más de 2.656 las empresas que se han beneficiado de esta línea, que ha repartido más de 17,5 millones de euros en ayudas directas a la contratación. Este colectivo, el de los trabajadores sénior, ha sido uno de los más favorecidos por el programa, con 6´5 millones en subvenciones gracias a las cuales se han realizado 877 contratos a personas mayores de 55 años.
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