Podemos

La «heredera» de Pablo Iglesias que pugna por no ser irrelevante

Unidas Podemos, con su candidata Alejandra Jacinto, podría quedar descabalgada de representación en la Asamblea de Madrid

Puntos débiles y fuertes de Alejandra Jacinto
Puntos débiles y fuertes de Alejandra JacintoTania NietoLA RAZÓN

Del activismo a la Asamblea de Madrid y vuelta al activismo para seguir en la Asamblea de Madrid. La candidata de Podemos, IU y Alianza Verde (ahora mismo no hay nuevas incorporaciones de otras formaciones políticas) a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, tiene una característica clave: ha dejado a un lado el pragmatismo para lanzarse a la ideología. Se ha abrazado con entusiasmo a las ideas de izquierda radical y al insulto puro y duro también. Ejemplos hay muchos. Desde las «camisetas-denuncia» contra el hermano de Isabel Díaz Ayuso; todo a cuento de un tema archivado y sobre el que la Justicia ha sentenciado que nada tiene que decir... al «show» televisivo a cuenta de un libro denuncia o las «performances» en que ha convertido cada mitin de campaña. Para ejemplo, este pasado fin de semana, cuando llamó «soberbia y corrupta» a la presidenta regional y aspirante a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, acusándole también de «querer resucitar a ETA para no hablar de Madrid». Las propuestas las dejamos para pasado mañana, ahora está concentrada en la descalificación pura y dura.

En este sentido, Juan Carlos Jiménez Redondo, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales de la Universidad San Pablo CEU y experto analista político, afirma a LA RAZÓN que Alejandra Jacinto «juega un partido diferente. Porque su único objetivo el 28M es alcanzar el 5 por ciento que le permita tener representación en la Asamblea». Jiménez Redondo, con buen criterio, se remonta al pasado: «Igual que en 2021, Podemos se fija como objetivo sobrevivir. Ya lo tuvo difícil con un candidato fuerte entre sus votantes como era Pablo Iglesias y lo tiene ahora mucho más con una candidata menor como Jacinto». El catedrático de San Pablo-CEU apunta que «su único punto fuerte es no equivocarse y focalizar de forma adecuada su campaña en aquellos grupos de electores entre los que puede tener predicamento. Pero tiene también un problema de utilidad. Porque si la gente percibe que su voto va a desperdiciarse es posible que decida trasvasarlo al PSOE o a Más Madrid, lo que obliga a Jacinto a encontrar un discurso y un caladero propio de votos». E insiste en su tesis: «Es, sin duda, la candidata que afronta las elecciones desde una posición más delicada. Porque si no entra en la Asamblea será un fracaso rotundo que le afectará política y personalmente. Pero si consigue superar esa barrera, será un indudable triunfo personal que le permitirá reforzar su posición en Unidas Podemos».

Por su parte, Pablo Martín Díez, director académico de la Institución Educativa de Análisis, Liderazgo, Estudios Políticos y Humanismo (ALEPH), afirma sobre la candidata a la presidencia de la Comunidad por Unidas Podemos que «Alejandra Jacinto puede generar ilusión gracias a ser un perfil renovador pero que, al mismo tiempo, cuenta con una importante trayectoria activista que facilita la movilización del voto duro de Unidas Podemos». Unos «pros» de la candidata heredera de Pablo Iglesias que, en opinión de Pablo Martín Díez «sin embargo, se enfrenta a dos grandes desafíos: su bajo nivel de conocimiento y, lo que es todavía más importante, la corriente de opinión que sostiene que Unidas Podemos no va a alcanzar el umbral mínimo de votos (5%) para acceder a tener representación en la Asamblea de Madrid». Ese salir fuera del Parlamento madrileño sería una «puñalada» política para la formación morada que no tendría representación en un espacio político clave como es la Comunidad de Madrid. En esa línea apunta Martín Díez que «en campaña electoral, no existe nada peor que la irrelevancia. Si el votante tiene la sensación de que Unidas Podemos no va a llegar al 5% y que, por tanto, es ‘tirar su voto’, es posible que prefiera apoyar a otras opciones de izquierda que seguro contarán con representación en la Asamblea».

Para Manuel Mostaza, responsable global de Asuntos Públicos en ATREVIA, la valoración de la líder de Unidas Podemos, a quien pocos relacionan con su antecesor Pablo Iglesias, que tenía «calidad» por sí mismo, pues «él era el partido», afirma que la candidata de Unidas Podemos, «tiene un nivel de conocimiento muy bajo y una marca muy quemada, tanto en Madrid como a nivel nacional». De ahí que, en opinión de Manuel Mostaza «corre el riesgo de quedar fuera de la Asamblea de Madrid». El experto de ATREVIA plasma la pugna entre Más Madrid y el PSOE como la «gran batalla» de la izquierda en la región de Madrid. Ellos son -y serán- la clave. En ese sentido Alejandra Jacinto no tendrá protagonismo, salvo sorpresa de última, y pese a utilizar los medios de comunicación y sus apariciones públicas para subir enteros -y decibelios- en las descalificaciones. Especialmente contra su bestia negra: Isabel Díaz Ayuso. Una presidenta a la que desde Unidas Podemos acusan de haber sido la causante de la salida de la política de Pablo Iglesias.

A escasos días para la gran cita del domingo 28 de mayo, Alejandra Jacinto acelera en campaña, ya sea a cuenta de la plantación -o no- de árboles, que pasa obviamente por acusar al actual Gobierno y Ayuntamiento de Madrid de «arboricida», o agitar la bandera del racismo tras los polémicos gritos contra el jugador del Real Madrid, Vinicius Jr en el campo de Mestalla. Todo vale con tan de salir de la irrelevancia a la que parece abocada tras tomar el relevo de Pablo Iglesias y articular una campaña bronca en un espacio político, como es la Comunidad de Madrid, despreciado por la izquierda.