28-M

La izquierda dividida acude a Carmena para levantar sus marcas contra Almeida

Génova no ha colado a fieles en las listas de la Comunidad y el Ayuntamiento y Almeida ha tenido que relegar a su auténtica mano derecha al puesto cuatro

La ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre
La ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la portavoz de Más Madrid, Rita Maestrelarazon

La exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha vuelto a colarse en la precampaña electoral madrileña. Ahora, para apoyar a la candidata de Más Madrid al Ayuntamiento, Rita Maestre, a la que las encuestas sitúan por debajo del PSOE. «Ojalá seas la próxima alcaldesa de Madrid», le deseó esta semana a la que fue portavoz durante su legislatura. Tras manifestar su simpatía por la candidata socialista, Reyes Maroto, y el de Recupera Madrid, su sobrino político, Luis Cueto, la ex jueza instó a recuperar el «buenismo» («hay que votar a la bondad») y encontrar vías de entendimiento.

El deseo parece imposible entre los que fueran miembros de su Gabinete. Las relaciones entre Más Madrid y Recupera Madrid, dos facciones del extinto carmenismo, son más distantes a medida que se acerca el 28-M. «Con Rita y Reyes no nos llega para ganar al peor Almeida, el más subordinado a Ayuso», aseguró Cueto a este periódico.

El que fuera mano derecha de Carmena confía en reunir para mañana las 8.000 firmas que permitan a la agrupación de electores presentarse a las elecciones autonómicas y municipales. Con un cuadro de gestores administrativos, pretenden lograr entre 5 y 8 concejales, hurtando votos al PSOE, Ciudadanos y Más Madrid, el partido de Íñigo Errejón del que él y otros tres afines a Carmena huyeron al Grupo mixto.

La irrupción del proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díazha acrecentado la bronca entre el bloque de la izquierda madrileña. El pulso entre la líder de Sumar y Pablo Iglesias no contribuye a la reunificación de esfuerzos entre los que se encuentran a la izquierda del PSOE, sobre todo, tras la entrevista de la vicepresidenta en La Sexta, donde se despachó contra el fundador de Podemos. El temor a que el ruido opaque la estrategia de desgaste al PP se ha instalado entre los representantes madrileños de Más Madrid y Podemos en unos comicios en los que los morados se juegan su existencia en la Asamblea.

Unidas Podemos se presenta a la cita municipal y los sondeos le dan un porcentaje que se acerca al anhelado por Cueto, el mínimo para obtener representación. Carmena, de momento, no se ha pronunciado sobre sus candidatos y no parece probable que lo haga tras romper con ellos en 2019. El bloque «progresista» defendido por la ex política no incluye a la formación de Iglesias, más preocupada por sobrevivir que por aglutinar a su electorado.

Carmena se ha convertido en la esperanza con la que reforzar las marcas de la izquierda y su objetivo por desgastar al alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Conocen bien al regidor en las filas de Más Madrid y Recupera Madrid desde que éste fuera el azote de la ex jueza. Y conocen su gestión, de la que pretenden sacar rédito político, sobre todo, en Madrid Central y la rebaja de impuestos, promesas incompletas para sus socios e incumplidas para la oposición.

Carmena, que le arrebató el podio municipal a Esperanza Aguirre tras 20 años de gobierno del PP, apeló a la «sinceridad y a la eficacia» como valores encarnados, dijo, en Rita Maestre, un dardo para Almeida, que se batió en la oposición por tumbar el modelo de ciudad soñado por la ex política.

En la recta final de la precampaña, los sondeos otorgan al alcalde una amplia mayoría. Con las listas ya resueltas, su objetivo es aglutinar a los votantes descontentos de Ciudadanos y Vox. El guiño: colocar a dos exconcejales de Begoña Villacís en los puestos 25 y 31. Como estaba previsto, el «pacto de salida» de los dos naranjas se cumplió una vez que la presidenta del PP, Isabel Díaz Ayuso, dio el visto bueno, avanzando que integraría a ex de la formación que no hubieran hecho leña con sus siglas. La número 3, Marta Rivera de la Cruz, hasta ahora consejera de Cultura, ha sido una de sus apuestas personales para reforzar áreas municipales, por ejemplo la de Cultura y Turismo, con un presupuesto extraordinario derivado de Madrid Destino, y gestionada por Andrea Levy, instalada de momento en el limbo del ecosistema popular.

El desembarco de numerosos fieles de Ayuso en el entorno del alcalde constata el mayúsculo poder de la presidenta y el compromiso del PP de Alberto Núñez Feijoo de no intervenir en los procesos internos de su partido. Contrariamente a lo habitual, Génova no ha colado a fieles en las listas a Comunidad y Ayuntamiento. El alcalde ha tenido que relegar a su auténtica mano derecha, Borja Carabante, al puesto 4, detrás de Rivera, para otorgar el codiciado 2 a Inmaculada Sanz.

En Cibeles son conscientes de la férrea disciplina con la que Almeida acata tradicionalmente las decisiones de aparato del partido y no les sorprende que ahora también haya mostrado su mejor disposición para cumplir los deseos de Ayuso. De ahí que nadie discuta el premio a la portavoz municipal, bien situada entre Sol y Génova desde que inició su carrera política en el PP de Aguirre al lado de Beatriz Elorriaga, desterrada ahora a un puesto en la lista de Alcorcón.

El candidato popular, Antonio González Terol, del núcleo histórico de Inmaculada Sanz antes de serlo del PP de Casado, podría ganar el partido. Como diría Johan Cruyff, el mítico jugador del Barcelona, equipo de la concejala, «la pelota es una parte esencial del juego».