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Jacinto Morano: "Mi pájaro favorito es un periquito que tenía mi madre y que se llamaba Trotsky"

El diputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid confiesa que lo que espera de sus amigos es "una cerveza en los días malos"

Jacinto Morano: "Mi pájaro favorito es un periquito que tenía mi madre y que se llamaba Trotsky"
Jacinto Morano: "Mi pájaro favorito es un periquito que tenía mi madre y que se llamaba Trotsky"La Razón

Abogado laboralista de profesión, es conocido por su intensa labor profesional durante la época del ERE de Telemadrid. Él mismo se considera un «intruso» en la Asamblea de Madrid gracias a Podemos. De hecho, es diputado desde que la formación morada desembarcó en la Cámara, en 2015.

¿Principal rasgo de su carácter?

El optimismo de la voluntad.

¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?

La lealtad

¿Y en una mujer?

Lo mismo, sin lealtad no hay sociedad, ni comunidad ni nada parecido.

¿Qué espera de sus amigos?

Una cerveza en los días malos.

¿Su principal defecto?

La testarudez. Y también opinar que la testarudez no es un defecto.

¿Su ocupación favorita?

Estar leyendo sin hora límite.

¿Cuál sería su ideal de felicidad?

El tiempo libre. El progreso debería llevarnos a poder estar con nosotros mismos.

¿Cuál sería su mayor desgracia?

Nada original: que a mis seres queridos les pasara algo malo.

¿Qué le gustaría ser?

Profesor de filosofía o físico teórico. Pero no me da la cabeza para ninguna de las dos cosas.

¿En qué país desearía vivir?

En la República Española.

¿Su color favorito?

El rojiblanco, que es un color solo.

¿La flor que más le gusta?

Esta es fácil: el jacinto.

¿El pájaro que prefiere?

Un periquito que tenía mi madre: Trotsky se llamaba. Se fue de la jaula a volar libre.

¿Sus autores favoritos en prosa?

Isaac Asimov.

¿Sus poetas?

Zorrilla y Espronceda. Soy un romántico. Y César Vallejo.

¿Un héroe de ficción?

Daredevil, que es un abogado de los débiles y le pagan en pescados y frutas. Y también Súperlópez, que es español y, además, lucha contra la especulación inmobiliaria.

¿Una heroína?

La teniente Ripley, de Alien.

¿Su músico favorito?

Javier Krahe. Y, por supuesto, Dylan.

¿Su pintor preferido?

Velázquez. Desde que mi madre me llevó con seis años a verlo en el Museo del Prado me quedé con dos coplas: qué maravilla y quién es toda esa gente tan fea que sale ahí. Luego me enteré de que les llevábamos siglos manteniendo por la cara.

¿Su héroe de la vida real?

Mis padres. Se enfrentaron al mundo por hacer lo que creían justo.

¿Su nombre favorito?

Libertad.

¿Qué hábito ajeno no soporta?

Que me toquen las narices. Pero fuera de eso, nada. Vive y deja vivir.

¿Qué es lo que más detesta?

La arrogancia de los poderosos, que normalmente no merecen serlo.

¿Una figura histórica que le ponga mal cuerpo?

Fernando VII. El 90% de los problemas que tenemos en España, incluso hoy día, son culpa suya.

¿Un hecho de armas que admire?

La defensa de Madrid y la batalla de Cuito Cuanavale, donde las tropas de Angola, los rebeldes de Namibia y los soldados cubanos derrotaron a los fascistas sudafricanos y le dieron un golpe de gracia al Apartheid. Nelson Mandela siempre la recordaba.

¿Qué virtud desearía poseer?

Muchísimas. Me faltan por decenas.

¿Cómo le gustaría morir?

Sin enterrarme. Ahí estoy con Epicuro: no tengas miedo de la muerte, cuando ella está tú ya no y cuando tú estás, ella no.

¿Cuál es el estado más común de su ánimo?

Risueño. Para qué llorar si se puede reír.

¿Qué defectos le inspiran mayor indulgencia?

Los de la gente humilde.

¿Tiene una máxima?

«Cualquier esfuerzo inútil conduce irremisiblemente a la melancolía» y «el que dice que no se puede hacer que no moleste al que lo está haciendo».