Urbanismo

Madrid: cuenta atrás de cuatro meses para que las "cocinas fantasma" campen a sus anchas

El Ayuntamiento alerta del peligro que supone no aprobar las nuevas normas urbanísticas: "Será la ley de la selva"

Vecinos afectados por una “ cocinas fantasma “
Una de las viviendas cuyos ocupantes han denunciado la existencia de estas cocinasRuben MóndeloLa Razón

El próximo 6 de agosto finaliza la moratoria concedida por el Ayuntamiento de Madrid a las llamadas "cocinas fantasma": aquellos fogones propiedad de grandes cadenas y grupos independientes instalados en viviendas residenciales y que han acarreado protestas vecinales, debido sobre todo a la emisión de ruido y olores. Desde Cibeles confiaban en la aprobación de una nueva ordenanza urbanística que regulara este fenómeno, sacándolo así del limbo legal actual. Sin embargo, esa normativa no se aprobará en esta legislatura. Y una vez finalizada la moratoria, estas cocinas podrían campar a sus anchas en la ciudad.

Así lo ha advertido esta mañana el concejal de Desarrollo Urbano del Consistorio, Mariano Fuentes (Cs). "A partir de ese día, podrá implantarse cualquier tipo de cocina fantasma sin ningún tipo de regulación ni limitación en la ciudad de Madrid", afirmó. En opinión de Fuentes, el principal artífice de que esto sea así ha sido Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento. Abierto inicialmente a desbloquear a aprobación de las nuevas normas urbanísticas, finalmente decidió emplazar al alcalde a un hipotético gobierno de coalición entre PP y Vox, en caso de que ambos partidos sumen una mayoría el 28-M. "Con Vox se hizo una labor didáctica desde el principio sobre cómo se aprueba un expediente urbanístico. Y cuando llegó el momento de aprobarlo, no quisieron. Han tenido varios meses para presentar alegaciones y decir qué cosas no les parecían bien. Sin embargo, ni ellos ni Recupera Madrid han aportado una sola alegación", explicó el concejal. De hecho, el plan inicial del Consistorio era haber aprobado las normas el pasado mes de diciembre.

Fuentes detalló que estas normas urbanísticas supondrían el primer plan al respecto del Ayuntamiento en los últimos 26 años. "Se trata de unificar 380 acuerdos aprobados por el Consistorio en los últimos 26 años. A día de hoy, nadie sabía lo que se podía o no se podía hacer, debido a que las normativas están deslavadas", explicó.

De hecho, el problema de las cocinas fantasmas es solo un epígrafe más dentro de la regulación. "Esta ley de la selva afectará a todo el sector inmobiliario y su impacto en la ciudad de Madrid: falta de captación de inversión para la generación de nueva vivienda, pisos turísticos, dotaciones en nuevos barrios... A eso hay que sumar una ralentización en la puesta en marcha y construcción de nueva vivienda. Sin normas urbanísticas, los promotores inmobiliarios no saben a qué atenerse". Esto afecta también a la construcción de viviendas sociales en suelos dotacionales pertenecientes al Ayuntamiento. "Al no existir unas reglas de juego claras, todo el sector inmobiliario se ha paralizado y está pendiente de la aprobación de estas normas". Un ejemplo está en la construcción de viviendas en los nuevos desarrollos, como los Ahijones y los Berrocales, ahora mismo paradas debido a la "inseguridad jurídica".

Ahora, la única opción que queda es la aprobación de la nueva ordenanza, tal cual está redactada, por parte de un futuro Gobierno madrileño que salga elegido el próximo 28 de mayo. Y es que, si se optara por redactar un nuevo plan, el contador se pondría a cero y habría que esperar mínimo dos años para su futura aprobación.