Mercados Municipales

El Mercado de Maravillas, a la caza del público joven

Nos adentramos en la plaza de abastos más grande de Europa, para conocer su historia y a alguno de los rostros que lo mantienen en pie 80 años después

Es imposible hablar de la historia de nuestra ciudad y no hacer referencia a sus mercados municipales. Estos han sido clave para su desarrollo durante años y han formado parte de la vida de muchos madrileños y visitantes. Y es que, ¿quién no ha visitado alguna vez uno o tiene a alguien en su entorno que lo haya hecho? Hace décadas que para muchas personas eran parada obligada diaria, punto de encuentro y un espacio de confianza donde adquirir los mejores productos para llenar las despensas. Algo que, por desgracia, ha ido diluyéndose. En un momento en el que las grandes superficies, el ritmo frenético y la inmediatez son los protagonistas de nuestro día a día, LA RAZÓN quiere hacer un homenaje a todos ellos con una serie de reportajes. En ellos, conoceremos de primera mano su historia, a las personas que hacen que estos sigan vivos y así demostrar que siguen siendo una apuesta segura donde la calidad, la excelencia y el cariño son sus características principales.

En la actualidad, son dieciocho los mercados de propiedad municipal que siguen en pie y repartidos por toda la región. Uno de ellos, es el más grande de Europa con sus 22.000 metros cuadrados de superficie. El Mercado de Maravillas (Bravo Murillo, 122) abrió sus puertas en 1942, en el mismo terreno dónde se encontraba la fábrica de papel pintado Casimiro Mahou, antecesor a la familia que más tarde fundaría la famosa cerveza. De la fábrica pasó a ser un colegio, Nuestra Señora de las Maravillas, del que cogería su nombre al ser constituido como mercado y cuya estructura, llegaría tras años de venta ambulante.

A lo largo de los años, el mercado ha ido evolucionando pero mantiene una personalidad muy marcada, casi de otra época, que con el paso del tiempo solo se ha reforzado más. En él, aún habitan comerciantes de tercera generación, que frecuentaban el mercado cuando aún no sabían andar y cuyos puestos y pasillos han sido testigo de su crecimiento. Uno de ellos es Fernando Menéndez, hijo de carnicero y segunda generación de comerciante en el Maravillas. Hace siete años y medio que cogió las riendas del negocio familiar y entendió que era el momento para diferenciarse y especializarse. «He intentado luchar por productos distintos, de máxima calidad y que marquen la diferencia, es la única forma de aguantar en estos tiempos» , confiesa seguro a este periódico. Así fundó Gourmad, un puesto de embutidos de alta calidad en el que los quesos, son su punto fuerte. «Fomento mucho el pequeño productor, siempre digo que lo que vendo son trozos de alma e historias. Todos los productos tienen su aquel y su por qué».

Reportaje carnicerías, pescaderías, fruterías y pollerías en el Mercado Maravillas en el barrio madrileño de c
Reportaje carnicerías, pescaderías, fruterías y pollerías en el Mercado Maravillas en el barrio madrileño de cAlberto R. RoldánFotógrafos

Su vida en el mercado la compara con el amor, «a ratos bien y otros mal, pero así es la vida». Sin embargo, se muestra seguro de que lo que les diferencia del resto de mercados es la calidad, la variedad y los precios. «En este encuentras cosas que no hay en otros sitios. El pequeño comercio debe especializarse e intentar ofrecer a los clientes productos que no pueden comprar en cualquier otro sitio». A base de trabajo dice haberse ganado una buena fama, haber conseguido una clientela fiel y que confía en él con los ojos cerrado. Algo, que no le había pasado antes. Ante el futuro, se muestra positivo y asegura que el único secreto es «no dejar de trabajar, ni bajar la guardia, la vida está para luchar».

Aunque a nivel de negocio, el Mercado de Maravillas goza de buena salud, por él pasan 10.000 personas a diario y es de los pocos en Madrid que mantiene el 90% de puestos de productos frescos, son varios los frentes que tiene abiertos. Uno de sus grandes «handicaps» actuales son las infraestructuras y la falta de inversión. Ya han hecho una importante para cumplir con las normativas de protección contra incendios, pero aún deben mejorar en materia de reciclaje y contra la falta de profesionales del sector. «Hace poco el Ayuntamiento aprobó fomentar formaciones para este tipo de profesiones y ya estamos trabajando en la forma de impulsar estos oficios para mantener la calidad», explica Ander Zumeta, gerente del Mercado. Algo que sumado al escaso relevo generacional, preocupa a los comerciantes.

Reportaje carnicerías, pescaderías, fruterías y pollerías en el Mercado Maravillas en el barrio madrileño de c
Reportaje carnicerías, pescaderías, fruterías y pollerías en el Mercado Maravillas en el barrio madrileño de cAlberto R. RoldánFotógrafos

«Estamos pasando momentos complicados, las crisis nos afectan mucho y de Navidad para acá estamos muy tranquilos... Es algo general, lo veo en Mercamadrid, no tienen venta para todos», señala Hilario Rodríguez, propietario de Liébana Arias Pescados y Mariscos. Aunque sus 35 años en el mercado dice que han sido muy duros porque es una profesión «muy sacrificada», es fiel defensor de los productos «de todas las calidades y precios» y el buen hacer de los profesionales del mercado. «La gente que entiende y quiere comer bien vienen aquí, quieren que les aconsejes y se van tranquilos, porque saben que les vas a dar lo mejor. El resultado es que siempre vuelven».

Una de las ventajas de este mercado, es que cuenta con un público muy variado. En los últimos años, ha aumentado la presencia de gente joven y de público latino. Con ello ha surgido un importante número de puestos con comida y productos de estos países. Yenniret De Sousa, es ejemplo de esto, a punto de cumplir tres años con su puesto Delicias de Caracas. «Vivíamos en el barrio, lo frecuentábamos mucho y nos gustaba el ambiente de este mercado. Ya teníamos en mente montar una tienda de productos típicos y surgió la oportunidad», relata. No son sólo los latinos que se acercar hasta allí interesados por los dulces, especias o legumbres típicas de estos países.

Reportaje carnicerías, pescaderías, fruterías y pollerías en el Mercado Maravillas en el barrio madrileño de c
Reportaje carnicerías, pescaderías, fruterías y pollerías en el Mercado Maravillas en el barrio madrileño de cAlberto R. RoldánFotógrafos

El público objetivo y que se les sigue resistiendo es el más joven. A través de las redes sociales, tratan de concienciarles de que se están perdiendo algo muy importante: esa sabiduría que se transmite de los profesionales de estos gremios y de un valor que no podemos dejar que muerda, por miedo, falta de costumbre o desconocimiento. Échense a los mercados, tienen todo lo que busquen.