Educación
Pantallas, apps y robótica: cómo aprovechar la tecnología para aprender mejor
Aplicaciones educativas por edades: creatividad, lectura, matemáticas y programación, siempre con acompañamiento adulto
La tecnología forma parte de la vida diaria de niños y adolescentes, y también se ha integrado de lleno en su manera de estudiar. Más allá del entretenimiento, las pantallas, las apps educativas y los recursos digitales pueden ser herramientas muy valiosas para reforzar contenidos escolares, despertar la curiosidad y preparar a los jóvenes para un futuro cada vez más digital.
Desde cuentos interactivos para los más pequeños hasta plataformas de robótica y lenguajes de programación para adolescentes, la oferta de recursos educativos digitales crece a gran velocidad. Estas propuestas ayudan a desarrollar el pensamiento lógico, la creatividad, la resolución de problemas y competencias clave como la alfabetización digital o el trabajo colaborativo online.
No obstante, el uso de la tecnología en la infancia debe ir acompañado de criterios de calidad, supervisión adulta y un equilibrio saludable. Elegir apps adecuadas, fijar límites de tiempo ante las pantallas y educar en el uso responsable de la inteligencia artificial son elementos esenciales para garantizar un impacto positivo.
En esta guía te explicamos cómo establecer hábitos digitales sanos, qué aplicaciones son más recomendables según la edad, cómo iniciarse en la programación y la robótica y cuál es el papel actual de la IA en la educación.
Cómo equilibrar el tiempo de pantalla en niños y adolescentes
Las familias suelen preocuparse por el tiempo que pasan los menores frente a las pantallas. Organismos como la OMS o la Asociación Española de Pediatría recomiendan que, en los primeros años, los niños prioricen el movimiento, el juego libre y el contacto social. Por eso se aconseja evitar las pantallas hasta los 6 años, salvo videollamadas puntuales.
Recomendaciones por edades
0-2 años: evitar completamente las pantallas, excepto videollamadas con familiares.
2-5 años: uso muy limitado, siempre acompañado por un adulto y con contenido educativo.
6-12 años: 1-2 horas al día como máximo, con horarios claros y dispositivos fuera del dormitorio.
Adolescentes: mayor autonomía, pero supervisando el tipo de contenido y promoviendo un consumo equilibrado.
Claves para un uso saludable: más importante que contar minutos es evaluar si el niño duerme bien, hace deporte, pasa tiempo en familia, se relaciona con otros y cumple con sus responsabilidades. Si todo está equilibrado, un uso moderado no tiene por qué ser negativo.
Apps educativas recomendadas según la edad
Las aplicaciones pueden ser una excelente aliada del aprendizaje si se adaptan al nivel madurativo del niño. Ayudan a reforzar conceptos, mejorar habilidades e introducir competencias digitales.
Etapa preescolar (3-6 años)
Apps como Pocoyo Playset, Lingokids o Smile and Learn permiten aprender vocabulario, formas, colores o hábitos básicos de forma lúdica.
Primaria (6-12 años)
Herramientas como Duolingo Kids, Scratch Jr o Monster Math son útiles para reforzar idiomas, matemáticas y pensamiento lógico.
Secundaria y Bachillerato
Los adolescentes pueden beneficiarse de plataformas como Quizlet, GeoGebra o Tinkercad, ideales para estudiar, repasar o desarrollar proyectos creativos en 3D.
Programación y robótica para niños: por qué son esenciales
La programación se ha convertido en una habilidad fundamental para el futuro laboral y académico. Introducirla desde edades tempranas fomenta el pensamiento lógico, la creatividad y la capacidad de resolver problemas complejos.
Principales beneficios
Refuerza competencias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Potencia la creatividad.
Enseña a pensar de forma crítica y estructurada.
Opciones para empezar
Scratch Jr (desde 5 años): ideal para crear historias interactivas.
Lego Education / Lego Mindstorms: kits para construir y programar robots.
Micro:bit: placa programable para proyectos sencillos.
La inteligencia artificial ya forma parte del aprendizaje
La IA se ha integrado en el ámbito educativo a través de:
Sistemas de aprendizaje adaptativo que personalizan los ejercicios.
Asistentes virtuales que ayudan con dudas escolares.
Apps de idiomas, como Duolingo, que ajustan la dificultad en tiempo real.
La IA debe actuar como complemento, no como sustituto del profesorado ni del acompañamiento familiar.
Las administraciones educativas también están empezando a regular su uso, así como el de dispositivos móviles en escuelas e institutos.
Ventajas y riesgos del uso de tecnología en la educación
Beneficios
Aprendizaje más visual, interactivo y motivador.
Mayor creatividad y participación.
Personalización de contenidos según el nivel del estudiante.
Preparación para un mundo digital.
Desventajas
Dependencia o abuso de las pantallas.
Acceso a contenidos inadecuados sin supervisión.
Brecha digital entre familias con menos recursos.
Educar a los niños en un mundo digital
La tecnología puede ser una herramienta magnífica para aprender, siempre que se utilice con equilibrio y acompañamiento adulto. La clave no es prohibir las pantallas, sino enseñar a los niños a usarlas de forma consciente, segura y creativa.