Polémica por el impacto ambiental de la Mascletà

El próximo 18 de febrero, Madrid se convertirá en la primera ciudad fuera de la Comunidad Valenciana que celebra una mascletá, el tradicional espectáculo pirotécnico que acompaña a las Fallas. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que el evento tendrá lugar en el Puente del Rey, junto a Madrid Río, y que contará con tres kilos más de pólvora que la de Valencia.

Sin embargo, la iniciativa ha generado una fuerte polémica entre los vecinos, las organizaciones ecologistas y animalistas, y los partidos de la oposición, que han criticado el impacto ambiental, el gasto público y la falta de sentido de traer una tradición ajena a la capital. Los residentes de la zona afectada se muestran divididos entre los que ven la mascletá como una oportunidad de atraer turismo y dinamizar la economía, y los que la rechazan por considerarla una agresión al medio ambiente y a la calidad de vida.

Las ONG de defensa medioambiental y animalista han advertido del daño que sufrirá la fauna del Manzanares, de la Casa de Campo y del Zoo Aquarium, así como los animales domésticos de los barrios cercanos, por el ruido atronador de la mascletá.

Los partidos de la oposición, Más Madrid y PSOE, han cuestionado la idoneidad de celebrar una mascletá en Madrid, al margen de la cultura y la identidad de la ciudad. "Es una montaña de petardos", ha dicho la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, que ha acusado al alcalde de "copiar" a Valencia sin respetar su patrimonio. En su opinión, "350 kilos de pólvora en Madrid Río no es una mascletà, es una promesa electoral partidista del PP, el actual alcalde del PP y la alcaldesa de Valencia, que en tono de broma se prometieron uno a otro una promesa relacionada con este evento a pagar por todos los madrileños". Además lamenta que introduzca varios kilos de pólvora en un entorno medioambiental".

La mascletá madrileña, que será retransmitida por Telemadrid, espera atraer a miles de espectadores, siempre que la situación sanitaria lo permita. Sin embargo, también tendrá que hacer frente a las protestas de los colectivos contrarios, que han convocado una concentración el sábado 17 de febrero en la plaza de Cibeles para pedir el fin del uso de la pirotecnia con ruido.