Movilidad
El segundo «Barajas» que Madrid necesita
Empresarios madrileños insisten: la región precisa, antes de 2040, un segundo aeropuerto ante el incremento del turismo. La solución podría estar en la provincia de Toledo
No tardaremos en ver nuevas escenas como las vividas hace algo menos de una semana en la T-4 S de Barajas. Y no necesariamente por un fallo informático, como fue aquel caso, sino por una mera cuestión de capacidad: el aeropuerto madrileño, el único de la región, parece haberse quedado definitivamente pequeño ante un incremento del turismo que pocos vieron venir con antelación.
Así lo creen desde Madrid Foro Empresarial: la comunidad autónoma necesita un nuevo aeropuerto, como tarde, para el año 2040. Primero, porque los datos están ahí. Actualmente, tal y como señala esta agrupación de empresarios presidida por Hilario Alfaro, Barajas tiene «limitada» su capacidad a 70 millones de pasajeros anuales. Es cierto, recuerdan, que se está tramitando un Plan Director que, a partir de 2026, debería dar como resultado una capacidad de 80 millones. Sin embargo, en los últimos cinco años, el «ritmo de crecimiento» de pasajeros es de un ocho por ciento de media anual. ¿Conclusión? Según las propias previsiones de Aena en el DORA (el Documento de Regulación Aeroportuaria), Madrid-Barajas «tendrá síntomas de congestión en la presente década», señalan los empresarios.
La situación de Madrid es, cuando menos, singular respecto al resto de Europa. Como argumentan desde Madrid, Foro Empresarial, contamos con la tercera área metropolitana en población de todo el continente: ocho millones de habitantes. Sin embargo, el «área de influencia» del aeropuerto madrileño «supera los diez millones». ¿El motivo? Es el único aeropuerto internacional en un radio de 350 kilómetros. De hecho, el siguiente más cercano sería el de Valencia, a unos 360 kilómetros y el único «con capacidad para mantener y garantizar la conectividad aérea de una cuarta parte de la población del país».
Así, si miramos a nuestro ámbito europeo, Madrid presenta una situación de desventaja. El entorno de Londres cuenta con seis aeropuertos, con distancias que oscilan entre los 11 y los 67 kilómetros en relación a la ciudad. En lo que respecta a París, se concentran tres aeropuertos, entre los 17 y los 101 kilómetros. El mismo número presenta Berlín, con distancias entre los 12 y los 27 kilómetros. Más ejemplos: Milán cuenta con tres aeropuertos, mientras que en Lisboa se está construyendo un segundo.
Pero también en España encontramos un ejemplo de esta adaptación al nuevo mercado turístico: Barcelona. Como recuerdan los empresarios, Generalitat y Ministerio de Transportes cerraron el mes pasado un acuerdo para ampliar el aeropuerto de Barcelona-El Prat, el segundo más grande del país después de Barajas. La inversión total será de 3.000 millones.
A 30 minutos
Ahora bien: de construirse este nuevo aeropuerto madrileño, ¿dónde podría construirse? Una de las zonas que se barajan es el aeródromo ubicado en el municipio de Casarrubios del Monte, en la provincia de Toledo. La sociedad propietaria, Air Madrid City, llegaba a principios de este año a las mismas conclusiones que Madrid Foro Empresarial: «Barajas va a consolidar sus 90 millones de pasajeros; es decir, se va a saturar. Por tanto, tenemos que anticiparnos a esa coyuntura, crear esta infraestructura, descargar a Barajas de esa aviación», afirmaba Javier Ruedas, consejero delegado de la empresa propietaria.
De acuerdo a sus promotores, el aeródromo de Casarrubios del Monte permitiría incrementar el número de vuelos y compañías del aeropuerto de Madrid y, además, podría crear hasta 40.000 puestos de trabajo.
Como líneas maestras, el proyecto pretende construir una pista principal de 3.200 metros de longitud para albergar vuelos de corto alcance intraeuropeos y carga. Además, adaptaría su actual pista, de 1.500 metros, como circuito secundario para acoger vuelos de aviación general o ejecutiva. Hablamos, por otro lado, de una infraestructura que se encontraría a apenas unos 30 kilómetros de la ciudad de Madrid,
Sus promotores aseguran que el proyecto ya cuenta informes favorables de impacto ambiental, del espacio aéreo y de las infraestructuras terrestres de Casarrubios. Además han examinado en profundidad la viabilidad y la necesidad de crear un segundo aeropuerto para Madrid. De hecho, ya el año pasado, una comitiva de empresarios de Toledo y Madrid visitó el aeródromo con el objetivo de impulsarlo como segundo aeropuerto «madrileño».
En todo caso, el visto bueno –o malo– de estas iniciativas, está en las manos del Ministerio de Industria y Turismo. Los empresarios madrileños ya han contactado con el departamento que preside Jordi Hereu. Ahora, todo es cuestión de alcanzar acuerdos. Y, por encima de todo, que haya voluntad.