Resaca electoral

A la tercera, Ayuso será 100% libre: así afronta su nuevo mandato como presidenta

La candidata del PP se asegura cuatro años más como presidenta, sin la hipoteca que ha representado Vox desde 2021. La vivienda, la inversión extranjera y la Sanidad, sus prioridades

Noche electoral en la sede del PP en la calle Genova. Alberto Nuñez Feijóo, Isabel Diaz Ayuso y Martinez Almeida salen al balcón de la sede del Partido Popular. Hoy se celebran las elecciones locales y autonómicas del 28M. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 28 05 2023
Feijoo, Ayuso, Almeida. Sede PP. Noche Electoral. Elecciones 28M © Alberto R. Roldán / Diario La Razon.Alberto R. RoldánFotógrafos

Había ganas, sí. El lema de campaña de Ayuso se transformó otra vez en amuleto premonitorio. Como si de un segundo capítulo del 4-M se tratara, las urnas han vuelto a otorgar a la presidenta madrileña una victoria incontestable. De Aranjuez a la Sierra. En la capital de los tres millones de vecinos y en Madarcos, el pueblo menos poblado de la comunidad. El tsunami azul de hace dos años tuvo ayer su segunda ola. Con una diferencia: el «efecto Ayuso» ya no se ha circunscrito únicamente a la Asamblea regional –allí la bancada popular ocupará 71 de los 135 escaños–, sino que la coincidencia de los comicios locales ha propiciado que su impacto haya sacudido la política municipal en toda la región e históricos feudos de la izquierda cambiarán de color político en veinte días.

Ha sido ésta la tercera ocasión que encabeza la candidatura del PP al Parlamento de Vallecas. En cada una de estas citas con las urnas, Ayuso ha ido perfeccionando el resultado, acercando a su formación a los arrolladores porcentajes cosechados por Esperanza Aguirre. La contienda de mayo de 2019, pese a quedar segunda por detrás de Ángel Gabilondo, le permitió convertirse en presidenta. Con la hipoteca, eso sí, de dar forma a una coalición con Ciudadanos que nunca llegó a funcionar. Saltó por los aires la unión de conveniencia azul-naranja ante el riesgo inminente de una moción de censura y el adelanto electoral de 2021, la dejó, cara y cruz, a las puertas de la mayoría absoluta, pero obligada a entenderse con Vox. El cogobierno con Rocío Monasterio sustituyó a la coalición con Ignacio Aguado. Tampoco ha sido fácil. Y ayer, de nuevo mayo, la candidata popular ha logrado concluir esta obra en permanente evolución electoral. Mayoría absoluta para ser totalmente libre: «Si de mí depende siempre preferiré no volver a verme en la misma situación de bloqueo constante y mucho menos de volver a gobiernos inestables», reconocía a LA RAZÓN en los días previos a este 28-M. No llegar a los 68 escaños que le garantizaban esa mayoría absoluta no era visto como un fracaso en el equipo de la candidata popular. Pero todos eran conscientes en su entorno más próximo, en Sol y en Génova, que la meta estaba al alcance de la mano. El guion se cumplió.

Con un discurso a medio camino entre lo autonómico y lo nacional, la líder del PP regional ha sabido encontrar ese punto exacto que le conecta con la mayoría del electorado madrileño. El 4-M y ahora. Azote de Sánchez en cuestiones como los pactos parlamentarios del PSOE con Bildu, el «caso Tito Berni», las cesiones al independentismo catalán o las excarcelaciones y beneficios penitenciarios a agresores sexuales, Ayuso no ha tenido complejos en denunciar también el maltrato que, a su juicio, recibe Madrid desde La Moncloa. Ahí está la cruzada judicial diseñada desde la Puerta del Sol para frenar las iniciativas educativas, sanitarias, fiscales o de vivienda emprendidas por el Ejecutivo de Sánchez.

Para la presidenta madrileña, sus cuatro años de experiencia, le han servido para «poner las calles» de una legislatura que afronta y concibe como la del despegue definitivo de Madrid hacia su consolidación entre las regiones más avanzadas de Europa, con un incremento de población de un millón de personas para los próximos años y la revolución que traerá aparejada, en términos de PIB, la digitalización. Entre sus asignaturas pendientes, la aprobación de presupuestos, ya que hasta la fecha sólo ha logrado sacar adelante unas cuentas con su firma. Ha dejado claro, además, que esta será la legislatura de la vivienda y de la puesta en marcha de un plan de salud digital que permita actualizar y dar un nuevo impulso a la Sanidad pública madrileña. Con el foco puesto, como en estos dos últimos años, en la búsqueda de inversiones extranjeras y de grandes proyectos –como la celebración en Ifema de un gran premio del Mundial de Fórmula Uno– así como en la consolidación de la región como la capital del español en el mundo. Tendrá que acometer todos estos retos con un gobierno renovado casi en su totalidad. Tres de sus actuales consejeros han puesto rumbo a la política municipal en el equipo de Martínez-Almeida. Enrique López, titular de Justicia, dejará la política y el responsable de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, abrirá etapa en el Senado. De su actual Ejecutivo, solo el vicepresidente Enrique Ossorio y los consejeros Javier Fernández-Lasquetty y Paloma Martín han flanqueado a Ayuso en la lista electoral. Ello permitirá a la presidenta dar paso a una nueva generación de políticos para acompañarla hasta 2027. Antes llegarán las generales de diciembre, una cita clave también para Madrid y para Ayuso, y en la que Alberto Núñez Feijóo contará con el impulso de la comunidad por la que se presentará como número uno.