
Concentración
Vecinos del Parque de las Avenidas denuncian opacidad y fraude de ley en la apertura de un hostal
Varios centenares de personas se concentraron ayer contra la apertura de un hostal que no cumple los requisitos técnicos
Durante la tarde de ayer, varios centenares de vecinos del barrio Parque de las Avenidas, se reunieron frente al número 9 de la Avenida de Baviera para exigir explicaciones y transparencia ante la apertura de un hostal en su comunidad. Lo que podría parecer un nuevo establecimiento turístico en el barrio, es visto por los residentes como un modelo de negocio opaco que bordea —si no vulnera directamente— la legalidad. La preocupación central de los convocantes no se centra en quién vivirá en el local, sino en cómo se ha llevado a cabo el proceso: sin informar a las comunidades vecinas, sin cumplir con las condiciones técnicas necesarias. «La instalación no cumple la normativa para ser un hostel», señala a este periódico José Manuel, presidente de la comunidad. Según apuntan, sólo CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) ha afirmado en base a la subvención que han recibido, que pretenden destinar este espacio a la acogida de refugiados, como han hecho en otros barrios de Madrid. «La única información que tenemos, y que nos está llegando, es que en vez de ser un establecimiento de uso turístico va a ser para otro tipo de personas que no vienen a hacer turismo a la capital». Diego, portavoz de los vecinos, señaló que: «No tenemos ningún problema de acogida, ni de recepción de ningún tipo, siempre y cuando se cumpla la Ley». Según las informaciones que han podido recabar los vecinos, de cumplirse, se trataría de un modelo que ya se ha repetido en otros barrios de Madrid como Vallecas o Pacífico, donde hostales gestionados por el mismo promotor acabaron transformándose en centros de acogida de inmigrantes financiados con subvenciones públicas.
El empresario responsable del proyecto, Mohamed Zakaria Abdelsamad Ibrahim, ha abierto ya más de quince establecimientos similares por toda Europa. En Madrid, los vecinos alertan de que tras obtener las licencias como «hostal», el negocio deriva hacia un uso residencial temporal para colectivos vulnerables, algo que no solo altera la finalidad declarada del proyecto, sino que puede implicar fraude administrativo. «Este no es un debate sobre inmigración. Es una cuestión de legalidad y transparencia. No se puede montar un negocio a costa de los vecinos, sin dar explicaciones, sin cumplir la normativa y sin importar las consecuencias para quienes ya vivimos aquí», afirma Jorge, presidente del número 60 de la misma calle. Concepción, vecina de la Avenida de Baviera, recorre el barrio a diario. «Ha sido una obra que se ha hecho a puerta cerrada. Arrancó en invierno, y desde entonces, nadie sabía lo que estaban haciendo», contó durante la concentración a este periódico. Una seña de identidad del barrio que todos ellos defienden, es que la avanzada edad de sus vecinos ha hecho que se convierta en un pequeño pueblo donde todos se conocen. «El local en cuestión fue primero una iglesia, después un ambulatorio... y ahora de repente, esto. Conocemos perfectamente cómo es por dentro y no puede destinarse para uso turístico. Tanto secretismo es sospechoso», sentenció.

Además de la falta de comunicación, la segunda gran preocupación vecinal es el incumplimiento técnico del espacio. El local, aseguran, no está preparado ni habilitado para alojar personas, ya sea con fines turísticos o residenciales. Ocupa tres bajos comerciales que pertenecen a tres comunidades diferentes y que, según los vecinos, solo se unificaron de forma temporal para uso sanitario cuando el inmueble funcionaba como centro de salud. Ni las comunidades de propietarios dieron su aprobación al nuevo uso comercial, ni se ha solicitado de nuevo su consentimiento. Tampoco se ha negociado con los vecinos ni informado a las fincas colindantes. Además, varios técnicos consultados por la comunidad han advertido de graves deficiencias en ventilación, seguridad y condiciones mínimas de habitabilidad. «¿Cómo van a meter a 58 personas en cinco habitaciones? ¿Con dos baños? Es insalubre. No es un lugar habitable para nadie. No entendemos como se les puede dar un permiso en esas condiciones», señaló el presidente.
La situación se vuelve aún más delicada al saber que en el propio inmueble viven menores y personas mayores. Las antiguas viviendas de porteros, ubicadas justo encima del local, están actualmente ocupadas por familias, lo que hace que la implantación de este «hostal» sin garantías ni control cause una mayor inquietud. Ángeles, vive en el número 13 y pese a su complicada movilidad, no se perdió la concentración: «La verdad es que me da miedo, este ha sido siempre un barrio muy tranquilo y residencial, en el que he podido llegar por la noche, sola y tranquila. Ahora no sé qué va a pasar con todo lo que se está diciendo». Mayores, niños y padres, aseguran estar preocupados y asustados por la falta de transparencia y por la poca fiabilidad de las informaciones que les van llegando. «Yo tengo tres niñas que van a un colegio aquí al lado y que ya tienen edad de volver andando a casa solas. Es un privilegio que me gustaría que no perdiesen», apunta Jorge.

Los antecedentes del empresario no han hecho más que reforzar ese malestar. Según trasladan los vecinos, este ya gestiona dos hostales en Madrid: el «Velvet Hostel», en la Avenida Pablo Neruda, y el «Velvet Hostels Pacífico», en la calle Vigo. En ambos casos, las licencias también fueron obtenidas como hostales, pero posteriormente se destinaron a alojamientos para inmigrantes mediante acuerdos con entidades públicas o privadas. Los vecinos de aquellas zonas han reportado en foros y redes sociales la degradación progresiva del entorno, el abandono de comercios tradicionales y la falta de gestión adecuada en estos espacios, que terminan convirtiéndose en microguetos sin supervisión ni integración real.
Para los residentes de Parque de las Avenidas, el patrón es claro. «Si no actuamos ahora, pasará lo mismo. Este local no va a albergar turistas. No tiene condiciones para ello. Y si, como tememos, va a convertirse en un centro encubierto para otro tipo de población, lo mínimo es que se haga de forma legal, con supervisión y con el consentimiento de los vecinos», declaró el portavoz.

Durante la concentración, los vecinos manifestaron la necesidad de que las instituciones intervengan. Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid y las Juntas Municipales competentes, para que se investigue a fondo el uso real que se va a dar al local, se revise la legalidad de las licencias obtenidas y, en caso de detectarse irregularidades, se revoquen los permisos. Asimismo, instaron a que se regule este tipo de negocios que, amparados bajo licencias de hostal, terminan transformándose en residencias temporales que escapan a cualquier tipo de control urbanístico o social. «No pedimos nada extraordinario. Solo que se cumpla la ley, que se respeten nuestros derechos y que se trate a los barrios con dignidad. No queremos enterarnos por casualidad de que un negocio se está montando bajo nuestras casas sin ningún tipo de control», concluyó el presidente de la Comunidad. La concentración terminó sin incidentes, pero con un mensaje claro: el barrio seguirá movilizado hasta obtener soluciones. Por el momento, la respuesta de las administraciones ha sido positiva, les están escuchando, una actitud que hace que los vecinos mantengan la esperanza de saber en las próximas semanas qué va a pasar con este local que ha revolucionado el barrio .
El pasado viernes, vecinos del número 9 de la Avenida de Baviera, se reunieron con Borja Carabante, Delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. Según cuenta a este periódico el presidente de la comunidad, éste les aseguró que jamás le daría la licencia de actividad a un hostel si no cumple con todos los requisitos. Desde el Área de Gobierno, señalan que se trata de un espacio que ha solicitado licencia para ejercer como hostel, pero aún no tiene licencia de funcionamiento, sino de obra. Ni la Comunidad de Madrid ni el Ayuntamiento van a habilitar un centro para menores extranjeros no acompañados porque para ello tendría que ser un equipamiento dotacional. Por otro lado, esta semana se ha procedido a su inspección para ver la instalación. La licencia de funcionamiento se otorgará si cumple todo el procedimiento y se realice una nueva inspección que garantice que han cumplido con la licencia de obra. Por su parte, el alcalde, ha exigido a Moncloa que diga si existe alguna intención detrás de este hostel.
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