Tesoros en los Museos
Un tú a tú con Vincent van Gogh sin moverse de la Gran Vía
Nos adentramos en Nomad Museo Inmersivo para conocer «El Mundo de Van Gogh», disponible hasta el próximo 20 de mayo
Desde abril, consumir el arte de otra forma es posible en la capital. Después de recorrer diferentes ciudades de España con sus exposiciones, Nomad, la primera empresa española especializada en exposiciones inmersivas, ha decidido crear un espacio en el que los madrileños y visitantes pudiesen disfrutar durante tres meses de estas, experimentar con la tecnología y la inteligencia artificial. La primera de sus exposiciones fue «Utopía», una muestra en torno a la IA y cómo esta afecta a los seres humanos. «Ha sido de las más originales que hemos hecho hasta ahora y tuvo una gran acogida», explica Gaby Remigio, responsable de Nomad Museo Inmersivo (Gran Vía, 78) a este periódico.
Tras esta, decidieron volver a sus orígenes: los artistas. La primera de las exposiciones inmersivas de arte fue la creada en torno a El Bosco. «Fue maravilloso tener sus obras aquí en Madrid y que pueda complementarse con El Prado. Así los visitantes pueden ver la obra original en el museo y después vivir aquí una experiencia diferente en torno al artista». En Navidad fue el turno del Cascanueces, idílico para esa época festiva y a través de la cual recorrieron el origen de la obra, cómo surge la posterior adaptación de Alexandre Dumas y su interpretación gracias a uno de los ballets más famosos del mundo.
A una semana de que arranque la primavera, el pintor escogido ha sido Vincent van Gogh. Hasta el mes de mayo se podrá disfrutar de «El Mundo de Van Gogh»;la única exposición inmersiva sobre el neerlandés. Dentro de la sala inmersiva, la más grande de las tres con las que cuenta el museo, cerca de 200 de sus obras se ponen en movimiento durante cuarenta minutos. Al ritmo de una banda sonora original, creada a propósito para esta experiencia, las paredes y el suelo se inundan de los colores más representativos de van Gogh, el azul y el amarillo, a través de sus famosos girasoles y sus cielos estrellados.
«Nuestra intención también es la de acercar el arte a los más jóvenes, que igual no están habituados a ir a un museo y somos ese nexo para despertar su interés por el artistas y que decidan ir después a ver las obras originales». Además, todas sus muestras se diferencian de otras por su carácter intimista: «es el propio artista el que a través de una voz en off te cuenta su trayectoria y sus etapas artísticas y vitales. Creemos que fundamental para entender su arte». Después cuentan con un atrium de actividades -con gafas de realidad virtual, pinturas digitales y una zona informativa- y varios pasillos con ilusiones ópticas. Una hora y media de tú a tú con el artista, sin salir de la Gran Vía.
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