António Guterres: «España es un ejemplo»

Hoy concluye (presumiblemente) la COP25 y «todavía vamos perdiendo en la carrera contra el cambio climático el cambio climático». António Guterres, secretario general de la ONU, activaba así la alarma durante un evento sobre «Acción climática para el empleo» celebrado ayer en la Cumbre del Clima de Madrid (COP25) y organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La emergencia climática es ineludible: Naciones Unidas prevé un aumento de temperatura de entre tres y cuatro grados para finales de este siglo, aunque Guterres cree «firmemente» que todavía hay margen para elegir «otro camino».

«Son millones de trabajadores quienes están en la primera línea de los impactos climáticos», expuso, y prosiguió: «Muchos en sectores como el turismo y la agricultura están perdiendo su sustento. Otros tienen que soportar condiciones de trabajo insoportables». De esta forma incidía en la urgencia de que los compromisos nacionales se marquen en virtud del Acuerdo de París e incluyan medidas para realizar una transición justa para los trabajadores que se vean afectados durante el sorpaso «improrrogable» hacia una economía verde. «No podemos dejar a nadie atrás», insistió.

El panorama «parece desalentador», admitió, «pero a menudo pasamos por alto las enormes ventajas vinculadas a la acción climática». En este sentido, reclamó a los gobiernos «compromiso» y a las empresas «liderazgo» en la transformación hacia un mundo neutro en carbono para el año 2050. Asimismo, aseguró que «la transición ecológica ofrece enormes oportunidades para ellos».

Según Guterres, el cambio a una economía baja en carbono supone una oportunidad de crecimiento de 26 billones de dólares (más de 23 mil millones de euros) en todo el mundo. Además, podría crear 65 millones de nuevos empleos en el mundo para 2030. Es por ello que «muchos gobiernos y empresas compiten ya para capitalizar y reconsiderar un modelo económico nuevo y más ecológico», valoró, y elevó a España a la categoría de «ejemplo excelente de transición justa». Para el titular de la ONU, nuestro país es «un buen modelo de cómo el diálogo con los trabajadores y el cuidado de sus necesidades puede conducir a comunidades más prósperas y saludables».

La acción climática para el empleo establece entre sus medidas el impulso del desarrollo de políticas innovadoras de protección social, equilibrio de género, condiciones de trabajo «dignas» y evaluación de los impactos laborales, sociales y económicos del proceso, entre otras. Sin estas cualidades, apuntó Guterres: «No habrá transición justa, sino “supervivencia de los ricos”». «No podemos seguir con las mismas economías», advirtió e instó a aprovechar la oportunidad del cambio climático para mejorar la «equidad social» sin «dejar a nadie atrás».

LA OIT: «POCOS GOBIERNOS HAN HECHO ALGO, Y TARDE»

Por su parte, el director general de la OIT, Guy Ryder, apuntó que ya hay 46 países comprometidos con el desarrollo de un plan de transición justo en sus Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDCs). «El cambio climático es consecuencia de la acción humana y en su mayoría por causa del trabajo o relacionado con este», apuntó. Por tanto, explicó, es «nuestra responsabilidad mitigar sus efectos». No obstante, destacó que hay que

hacer «más y más rápidamente» en este aspecto y preparar a los trabajadores con nuevas habilidades en el mercado laboral porque el cambio «está a la vuelta de la esquina».

Ryder se mostró más cortoplacista con las cifras y auguró la creación de 30 millones de empleos en el mundo antes de 2030, si bien, apunta «otros desaparecerán». Así, urgió a acometer una política «idónea para que se produzcan cambios y no disrupciones». A su juicio, «pocos gobiernos han hecho algo» en este sentido, y lo que se ha realizado es «poco y tarde». Instó, por ende, a acometer políticas de inversiones y una mayor protección social, ante el 70% de la población mundial con carencias en este ámbito en la actualidad, según OIT. «Hay que actuar rápido y con inteligencia», concluyó.

EL GOBIERNO Y TERESA RIVERA

La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha afirmado este jueves que el Gobierno estima la creación de entre 250.000 y 300.000 nuevos empleos relacionados con el cambio climático al año en el próximo decenio. Principalmente, estiman, en el sector manufacturero y de la construcción. Al mismo tiempo, el paro en España subió en octubre en casi 98.000 personas, su peor registro en este mes en siete años, y 20.525 en noviembre.

Ribera precisó que su previsión de creación de empleo iba de la mano con lo contemplado conforme al Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030. Las inversiones previstas para la próxima década permitirán que España reduzca en un 15% su dependencia energética. A su vez, se acometerán inversiones para reducir las «muertes causadas por contaminación y enfermedades derivadas del cambio climático».

Según el Plan de Energía y Clima, el proceso de modernización hacia una economía descarbonizada movilizará unos 236.000 millones de euros entre 2021 y 2030. De esta inversión, un 80% procederá del sector privado y el 20% restante, unos 47.000 millones, del lado público.

La ministra subrayó que el empleo es uno de los «elementos fundamentales» a abordar en el proceso de transición ecológica, con la puesta en marcha de iniciativas sociales y el estudio de competencias y habilidades que precisen las empresas ante los nuevos empleos que se generen. En esta línea, instó a lograr el «consenso» para que la transformación se produzca a la mayor velocidad posible. «Estamos perdiendo el tiempo y hay poco», avisó.

CONVENIOS EN COMARCAS MINERAS: PRIMER SEMESTRE 2020

La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, destacó en otro panel sobre la minería del carbón que el cambio climático supone una «oportunidad» para el empleo pero conlleva «impactos negativos sectoriales», algunos conocidos desde hace tiempo como el de la minería del carbón.

La estrategia del Gobierno para este sector incorpora «un plan de acción urgente para las comarcas afectadas, con medidas recogidas en un decreto ya aprobado». En el primer semestre de 2020, avanzó, se empezarán a suscribir los primeros convenios para una transición justa que incluyen «acciones para aprovechar los recursos endógenos de los territorios afectados (económicos, sociales y ambientales) para atraer inversiones de fuera».