Medio Ambiente

La última milla del transporte se hace sostenible

En moto eléctrica o a pie y portando embalajes reciclados que ayudan a crear bosques. El reparto de Correos se reinventa

A finales de este año, Correos contará con 1.700 coches eléctricos
A finales de este año, Correos contará con 1.700 coches eléctricosCorreosCorreos

La pandemia ha incentivado aún más la compra online. Acceder a cualquier producto con un solo click no es sólo cómodo, sino que durante meses, ha sido la única alternativa ante horarios y movilidad restringidas. En esta nueva modalidad de suministro, los servicios de Correos se han hecho fundamentales, también a la hora de ofrecer la opción más sostenible en la entrega de paquetes. Y es que los ciudadanos no son los únicos preocupados por el impacto medioambiental del e-commerce y el reparto de última milla. Muchos ayuntamientos se están adhiriendo a las políticas europeas en materia medioambiental, impulsando planes de calidad de aire y de reducción de emisión de gases contaminantes. Estas actuaciones suponen limitaciones al tráfico de vehículos de combustión, especialmente en el centro de las grandes ciudades. También las operadoras logísticas se han comprometido con la reducción de emisiones. De hecho, recientemente y con motivo de la celebración del Green Postal Day, unos 16 operadores de Europa, América y Asia-Pacífico, han realizado una declaración conjunta por la que se comprometen a realizar las entregas de la manera más sostenible posible. Para 2030, estos operadores aspiran a tener el 50% de su flota formada por vehículos de combustible alternativo (frente al 22% en 2020), de los cuales el 25% serán modelos eléctricos. También quieren que el 75% de su energía consumida sea generada a partir de fuentes renovables (frente al 33% del 2020) y que el 50% de los embalajes vendidos en el año 2030 sean reutilizables, reciclables o compostables.

En España, Correos sigue siendo el principal operador logístico y también el que cuenta con una de las mayores flotas eléctricas de reparto del sector de la distribución; de hecho dispone ya de 1.264 vehículos eléctricos. Pero es que para finales de este año espera contar con unos 1.700 coches de estos modelos, de los cuales 1.300 serán motos eléctricas. «La adquisición de motocicletas eléctricas además de permitir alinearse con las políticas medioambientales europeas, desde un punto de vista operativo garantizaría la prestación del servicio en los núcleos urbanos de todo el territorio nacional, otorgando a Correos una ventaja competitiva frente a otras empresas de reparto de última milla», explican desde la entidad. No solo son los vehículos, también se puede trabajar en mejorar la eficiencia de las rutas para reducir emisiones y garantizar un mejor servicio. De hecho, este mismo año Correos ha sido galardonado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana por su proyecto POSTLowCIT.Gracias a la apuesta por una flota compuesta por vehículos eléctricos y de GLP y al uso de técnicas de conducción eficiente o la apuesta por la entrega a pie (los carteros de Correos recorren 30.000 km diarios haciendo envíos cero emisiones) se ha conseguido ahorrar hasta un 15% de la distancia recorrida y acortar los tiempos de reparto un 10%. También han bajado los niveles de ruido y han mejorado los criterios de compra sostenibles en larga distancia. Actualmente, el 26% del total de la flota subcontratada dispone de etiqueta ECO. Además, Correos ya ofrece en su web comercial(www.correos.es) la posibilidad de escoger la opción de «Envío Responsable”» para transmitir a la sociedad la importancia de reflexionar sobre si un envío es realmente urgente. Así, con un uso más inteligente y responsable del servicio de paquetería, es además posible optimizar las rutas de los diferentes medios de transporte, en especial de aquellos dedicados a la última milla, donde Correos está empleando vehículos sostenibles para minimizar el impacto en nuestro entorno. Si el transporte supone el 55% de las emisiones de una empresa logística como Correos, sus edificios representan un 45% aproxima do de los GEI derivados de su actividad. En este sentido, el 100% de la energía suministrada a los centros de Correos ya es de origen renovable.

Bosques

La compañía también cuenta con un Plan de acción de economía circular cuyo objetivo consiste en ser «residuo cero» en 2030. Por eso, en cuanto a embalajes, Correos cuenta con la Línea Bosques, una gama de embalajes sostenibles, que se han rediseñado para reducir el uso de tintas, utilizar cartón 100% reciclado, compostable y biodegradable, y emplear solo materiales con certificado de gestión sostenible. «Los nuevos embalajes son de color crudo, completamente reciclables, y de su venta se destinan hasta cinco céntimos a proyectos para mitigar el cambio climático y favorecer la biodiversidad. Así, dos céntimos son destinados a proyectos de reforestación para ampliar la superficie forestal y mejorar la calidad ecológica de los bosques, un céntimo a la prevención de incendios y otros dos céntimos a apoyar iniciativas que promuevan la protección del entorno natural y los ecosistemas terrestres y acuáticos», cuentan sus portavoces. Correos lleva 20 años colaborando en programas de reforestación. Ya se han plantado un total de seis bosques junto con la Fundación Bosques de la Tierra en las provincias de Málaga, Segovia, Asturias, Cáceres, Gran Canaria y Zaragoza. También han dado forma a otros 12 bosques junto a WWF. Se han distribuido más de 45.000 plantones en 138 hectáreas en el sabinar del Alto Tajo (Guadalajara), bosques de Carballos en Lugo y Pontevedra, encinares autóctonos en Tembleque (Toledo), un sistema semiárido en Lorca (Murcia), una dehesa en Valencia de Alcántara (Cáceres), bosque mediterráneo en Doñana, un bosque de ribera en el Parque del Sureste (Madrid), un sabinar en la Sierra de Alcublas (Valencia), un bosque mediterráneo en Campanarios de Azaba (Salamanca), un encinar en Peralta de Calasanz (Huesca), un coscojar en el Parque Natural de El Garraf (Barcelona) y un bosque mixto en Elgóibar (Guipúzkoa).