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Medio Ambiente

Campo de Cartagena, ¿de huerto agrícola a huerto solar?

El boom de la fotovoltaica preocupa a los vecinos de Murcia que piden planificación para no perder terreno agrícola

Hay unas 59 plantas proyectadas en el Campo de Cartagena y en los alrededores del Mar Menor
Hay unas 59 plantas proyectadas en el Campo de Cartagena y en los alrededores del Mar MenorDreamstime

La Alianza del Campo de Cartagena para la ordenación de instalaciones fotovoltaicas empezó su andadura el pasado 5 de septiembre. Esta organización ha nacido con un objetivo: pedir que se revisen las licencias de nuevas plantas solares y se paralicen las tramitaciones actuales. «Es sabido por la ciudadanía de la instalación de parques fotovoltaicos en la cuenca vertiente del Mar Menor... creemos hay que hacer valoraciones antes de adoptar cualquier decisión. En primer lugar, mostramos nuestra apuesta por las energías renovables, fomentando la instalación del autoconsumo de particulares, comunidades de vecinos base, empresas agrícolas, industriales o de servicios. Por el contrario, los grandes parques suponen un grave impacto visual en la cuenca del Mar Menor, que cuenta con un valioso patrimonio monumental, medioambiental y paisajístico», dicen en un reciente comunicado.

Según un reportaje de OndaCero de hace unas semanas hay 59 plantas de producción fotovoltaica proyectadas en el Campo de Cartagena y el Mar Menor que ocupan casi mil hectáreas y juntas suman una potencia de 363 MW. El Gobierno regional está tramitando la instalación de 57 plantas de producción y otras dos, las de más de 50 MW, son competencia del Ministerio. «No es solo en Murcia. La fotovoltaica está viviendo un boom en toda España. Los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima(PNIEC) hablan de 40.000 MW de potencia fotovoltaica en 2030 y ahora hay instalados solo 16.000. Queda mucho por hacer y se nota cierta prisa, porque los precios de la energía están altos. Hay muchos proyectos aprobados y con el permiso de conexión en regiones como Extremadura o Castilla-La Mancha, pero que están buscando un terreno», dicen desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Murcia.

Hasta COAG llegan muchas consultas de agricultores que se plantean complementar sus ingresos con la instalación de un parque solar. Ahora mismo se están pagando entre 1.500 y 3.000 euros por hectárea arrendada, aunque «hay un peligro y es que no sabemos si los ingresos para los agricultores se van a mantener así de altos a largo plazo. Otro es que se transforme la huerta agrícola en huerta solar. Nosotros queremos preservar las tierras dedicadas a alimentación», dice el portavoz de Coag Murcia.

Las instalaciones fotovoltaicas son grandes consumidoras del teSe teSe estima que cada megavatio de potencia fotovoltaica requiere entre dos y tres hectáreas de terreno. «Los promotores, como los fondos de inversión, buscan suelo que no esté protegido, que sea barato y, además, con muchas horas de sol. En esta región disfrutamos de unas 3.000 horas anuales de incidencia solar», puntualiza Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas en Acción en la Región de Murcia.

Abandonar la tierra

Entre los peligros que, tanto agrupaciones vecinales como ecologistas detectan en la instalación masiva de huertos solares figura un aumento de la escorrentía del terreno en momentos de fuertes lluvias y el peligro de que grandes torrentes de agua terminen en la ciudad de Cartagena o contaminen más las aguas del mar Menor. «Estos espacios se compactan, con el consiguiente endurecimiento del suelo y por tanto el agua no se infiltra en el suelo, corriendo de forma rápida al Mar Menor… Los herbicidas (glifosato) que se utilizan para mantener el suelo sin hierbas de los parques son arrastrados por estas aguas, llegando a la albufera una parte y quedando otros en el trayecto», denuncia la Alianza del Campo de Cartagena. Además, desde Ecologistas en Acción, Luengo puntualiza: «Algunos proyectos son incompatibles con otras iniciativas medioambientales que se están llevando a cabo en la zona como el proyecto para regular el paisaje urbanístico en el Mar Menor o el que plantea realizar una franja perimetral o cinturón verde alrededor del Mar Menor para proteger la albufera de la llegada de agua cargada de nitratos. Lo que pedimos es un Plan Regional de Ordenación de las instalaciones fotovoltaicas que tenga en cuenta el impacto ambiental de los futuros parques, además de su conectividad a la red de distribución eléctrica. Un desarrollo muy rápido y en una zona sensible puede ser problemático».

Asociaciones

Alianza y Ecologistas son dos de los actores de la lista de agrupaciones que ven con preocupación la expansión de los proyectos fotovoltaicos en la zona del Mar Menor. Hace un año pasado, la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVCAC), las empresas del sector fotovoltaico y la corporación municipal firmaron un acuerdo para establecer una comisión informativa que vigile los proyectos que se quieran implantar en el territorio. Fruto de tal acuerdo, las empresas que quieran instalar plantas de menos de 5 MW o 10 hectáreas de terreno ocupado «se comprometen a aportar en la tramitación de los expedientes una memoria ambiental rubricada por técnicos competentes aunque la legislación no lo exija, informa Murcia Plaza. Sin embargo, «a fuerza de parques de 5 MW se pueden ocupar muchas hectáreas de terreno», puntualiza Pedro Luengo.