La contra

COP-30

Planeta Tierra

Ramón Tamames
Ramón Tamames Cristina BejaranoLa Razón

Recordaremos al lector que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se formuló en 1992. Y que las Conferencias de las Partes sobre ese tema, empezaron a numerarse en 1995, en Berlín, y que por eso la de este año, 2025, es precisamente la COP-30. Y la del Acuerdo de París de 2015 fue la COP-21. Creo que queda claro.

El objetivo final del citado Acuerdo de París fue no superar en más de 1,5ºC la temperatura media de la era preindustrial en nuestro planeta. Reconociendo muchos que ya hemos superado esa cota, por el con-sumo masivo de carbón, petróleo y gas natural, que en un tiempo se consideró contaminante de CO2, y que ahora es tolerado para evitar un dramático déficit energético.

Por otro lado, prácticamente se ha renunciado a la emisión cero de CO2 para el 2050. Y, sobre todo, lo que no se esperaba es que la producción de combustibles fósiles, lejos de haber disminuido hacia niveles cero, sigue aumentando de año en año. Aunque es cierto que esas materias se utilizan cada vez más para muchos más fines que la mera combustión, como producción de toda clase de materiales, productos químicos, etc.

Y. sobre todo, ha aumentado el negacionismo climático, al manifestar los EE.UU. de Trump que el calentamiento global es de lo más normal. Tema al que se refiere el Prof. José María Baldasano, Premio Rey Jaime I de Medio Ambiente 1997, en su último libro “Dos grados más no son para tanto. Una historia del negacionismo climático” (Cátedra, 2025). Lo cual significa que incluso un máximo conocedor de la realidad cien-tífica es más flexible que el Acuerdo de París.

Para aclarar este tema, pueden asistir a la presentación del citado libro, en el Ateneo de Madrid (C/Prado 21), el sábado 29 a las 12:00 hs. Allí estaremos el que esto suscribe y algunos más, incluido el autor, para dar un tratamiento racional al tema.

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